Ya se había hablado de la posibilidad de que la vacuna contra el coronavirus requiriera una tercera dosis, finalmente la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), ha autorizado su administración para las vacunas de Pfizer y Moderna.
Sin embargo, esta tercera dosis solo será administrada a las personas con sistemas inmunológicos débiles. La FDA comentó que las personas inmunodeprimidas corren un gran riesgo de contraer una enfermedad grave dada su capacidad reducida de combatir infecciones.
La FDA destacó que quienes ya cuentan con el esquema completo y no son parte de este grupo de personas, se encuentran protegidas y no requieren de una dosis de refuerzo por el momento.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), las consideraciones para una vacuna de refuerzo podrían incluir:
- Tratamiento activo o reciente para tumores sólidos y neoplasias malignas hematológicas
- Recepción reciente de trasplante de órgano sólido o de células madre hematopoyéticas
- Inmunodeficiencia primaria severa
- Infección por VIH avanzada o no tratada
- Tratamiento con medicamentos inmunosupresores como agentes quimioterapéuticos contra el cáncer, bloqueadores del TNF, ciertos agentes biológicos (p. Ej., Rituximab) y corticosteroides en dosis altas
- Condiciones crónicas asociadas con diversos grados de déficit inmunológico, como asplenia y enfermedad renal crónica
De acuerdo con datos de los CDC, un 59.2% de los estadounidenses ha recibido al menos una dosis y un 50.2% cuenta con el esquema completo.
La tercera dosis ha sido autorizada para los Estados Unidos, por el momento, el Gobierno de México no ha anunciado dosis de refuerzo para ninguna de las vacunas, pero es lógico que en algún punto se administren, puesto que ninguna vacuna tiene una protección indefinida.
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- Condiciones crónicas asociadas con diversos grados de déficit inmunológico, como asplenia y enfermedad renal crónica
- Tratamiento con medicamentos inmunosupresores como agentes quimioterapéuticos contra el cáncer, bloqueadores del TNF, ciertos agentes biológicos (p. Ej., Rituximab) y corticosteroides en dosis altas
- Infección por VIH avanzada o no tratada
- Inmunodeficiencia primaria severa
- Recepción reciente de trasplante de órgano sólido o de células madre hematopoyéticas
