Este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden confirmó que su gobierno está dispuesto a compartir el excedente de vacunas contra covid-19 que puedan surgir una vez terminado su programa de vacunación, una situación que parece cada vez más probable debido a la cantidad de contratos que Washington ha establecido con las farmacéuticas.
Con motivo de celebrar el acuerdo con la farmacéutica Merck por colaborar con la fabricación de la vacuna Johnson & Johnson, el gobierno estadounidense realizó un evento en la Casa Blanca donde Biden declaró que si existen excedentes estos se repartirán a las naciones alrededor del mundo.
Recientemente la administración de Biden había anunciado un contrato por el cual se adquirían cerca de 100 millones de vacunas Johnson & Johnson, fórmula que sólo requiere la aplicación de una sola dosis, razón por la cual el presidente decidió aclarar que no retendrían vacunas si no le son indispensables.
Dicho cargamento fue una noticia que ha dado mucho de qué hablar las últimas semanas, pues Estados Unidos ya ha asegurado la administración de la dosis contra el virus del SARS Cov-2 a toda la población adulta que reside en el país, por lo que un contrato extra no era necesario, aunque ya se ha confirmado que las últimas dosis compradas llegarán en junio del año en curso; de igual forma, a finales de mayo los otros contratos de la nación americana con las demás farmacéuticas ya habrán mandado las dosis faltantes.
La acumulación de dosis por parte de potencias mundiales han sido la causa de alarma en expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de Salud (OPS), pues este acaparamiento de dosis repercute en la adquisición de vacunas por parte de países marginados, algunos en donde no se ha aplicado ni siquiera una dosis de la vacuna contra covid-19
El pasado 26 de febrero, la Organización de las Naciones Unidas aceptó la propuesta de México sobre evitar el monopolio de vacunas anti-covid, aunque el día de hoy, el presidente de la nación, Andrés Manuel López Obrador declaró que la ONU continúa manteniéndose indiferente ante la situación.
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