Un estudio elaborado por la Universidad del Sur de California (USC) en Los Ángeles reveló que uno de cada diez habitantes adultos en el condado era ilegal, en algunas regiones, la cifra se modificaba a uno de cada tres.
Se estima, que estas personas cruzaron la frontera ilegalmente, o viven con visas vencidas y que la mayoría tiene hijos que son ciudadanos americanos por haber nacido en al región. El estudio también reveló que la mitad de estos migrantes llevan más de una década en el país y que el 12% posee una casa.
El vivir en esta situación dificulta el estilo de vida que se pueda ofrecer a los hijos o incluso, para uno mismo.
Un residente no legal, gana anualmente cerca de 18 mil dólares, contra 43 mil dólares de un ciudadano legal. De acuerdo a la USC, este sector de la población se desempeña en su mayoría en fábricas, restaurantes, contrucción y limpieza.
Ahora con la reforma migratoria en puerta, autoridades de la región esperan que los nuevos derechos hagan que estos residentes mejoren la calidad de vida, puedan adquirir propiedades e incrementen los recursos económicos al gozar de todos los derechos y obligaciones de cualquier ciudadano.
Una de las barreras alarmantes es el idioma. El equipo que realizó el estudio señaló que el 60% de los residentes no legales no habla inglés adecuadamente, lo que les limitaría aún contando con la ciudadanía estadounidense.
La Universidad del Sur de California, estima que de los residentes no legales en el condado de Los Ángeles el 63% son mexicanos, el 22% centroamericanos y el 8% asiáticos. A nivel nacional, se sabe de 11 millones de indocumentados, donde uno de cada cuatro habita en California.
El estudio fue elaborado por Manuel Pastor, director de el Centro de Estudios para la Integración de Inmigrantes y Enrico Marcelli de la Universidad de San Diego. Puede consultar el estudio completo aquí.
Brenda.Colon@sandiegored.com