SAN DIEGO Un parque sin autos y espacio dedicado a las familias es el objetivo del Proyecto Plaza de Panamá.
Este plan, que la ciudad de San Diego promueve para renovar el Parque Balboa al retirar autos de sus áreas céntricas, busca reclamar lo que las autoridades llaman su "uso histórico" familiar y comunitario con miras a las celebraciones por el centenario de su creación en el 2015.
No exento de polémica, este proyecto involucra cerrar la avenida que conecta los sectores este y oeste del parque y que corre frente al Museo de Arte de San Diego y el Museo del Hombre, y eliminar estacionamientos en esa área.
Para suplirlos, tienen contemplado construir una nueva estructura de estacionamiento de paga al sur del área del órgano, por lo que para conectar a automóviles que ingresan al parque por el Puente Cabrillo, sería necesario construir el Puente del Centenario que conectará el acceso por la Avenida Sexta con el nuevo complejo de estacionamiento subterráneo.
Gerry Braun, director de proyectos especiales de la oficina del alcalde, dijo a Enlace que "pese a que en la ciudad todos aman al Parque Balboa, paradójicamente nadie quiere cambiarlo, pero queramos o no el parque sigue cambiando por lo que debemos preservar lo mejor que tiene para ofrecer".
Braun dijo que el proyecto tiene como meta crear 6.3 acres de nuevas plazas, parques y paseos en lugar de los estacionamientos y calles que atraviesan el parque.
La oficina del alcalde seguirá ofreciendo, durante los próximos tres meses, recorridos guiados a pie con información bilingüe en español e inglés el tercer sábado de cada mes, comenzando en la Plaza de California y culminando en el estacionamiento del Pabellón del Órgano, a fin de ofrecer más información sobre su proyecto y aumentar el apoyo del público para la propuesta.
"Encabezado por el filántropo Irwin Jacobs, este proyecto no costará nada a los contribuyentes, pues los 40 millones de dólares que costará, Jacobs ha prometido que recaudará 25 millones, y los restantes 15 millones serán pagados por un bono que será pagado con el costo de cinco dólares que se pagará por estacionamiento, lo que es muy razonable", consideró Braun.
El grupo Organización Salvar Nuestra Herencia (SOHO) es el principal oponente del proyecto, recurriendo a las cortes para intentar frenarlo aduciendo irregularidades en la falta de un reporte de impacto ambiental, el cual ya fue completado y cuyo periodo para comentarios públicos cerró el pasado 22 de marzo.
Más de 20 grupos en la ciudad ofrecieron sugerencias sobre cómo transformar el parque, pero de acuerdo con Braun la mayoría de las propuestas tenían problemas, como la eliminación completa de estacionamiento en el parque o el cierre completo de las vías de tránsito.
Recientemente, el funcionario de la oficina de Preservación Estatal Histórica Milford, Wayne Donaldson, escribió una carta en la que expresa alarma por lo que considera la posible pérdida de designación histórica del parque por el proyecto, que criticó como "compuesto por innecesaria, invasiva e incompatible nueva construcción que severamente impide la habilidad del público para apreciar y entender el monumento histórico".
Pese a los retos legales, Braun dijo tener confianza en que el plan liderado por Jacobs prevalecerá, y que las obras puedan empezar tras las celebraciones decembrinas de este año a fin de estar listas para celebrar el centenario de su creación, efectuada en 1915 cuando fue erecto para la Exposición Panamá-California.
"A lo largo de dos años hemos efectuado casi 200 juntas como parte del proceso público dando información sobre el proyecto. Muchas de las personas que creen tener críticas una vez que vienen al recorrido guiado se dan cuenta de que el impacto será mínimo y que la parte más controversial, el Puente del Centenario, estará colocado frente a una fachada y no impactará la vista del parque", dijo el funcionario.