Brian esconde su apellido, pero daría la vida por divulgarlo a cambio de acabar con la pesadilla que atrapó a su hija en las garras de la prostitución.
El tormento de Brian comenzó hace dos años en Rancho Bernardo, un área considerada de buen nivel socioeconómico, y donde él ejerce como contador público.
Tiene cuatro hijos entre los 16 y 22 años, todos estudian, excepto su única hija de 20 años que se convirtió en una más de las estadísticas de tráfico de jóvenes comercializadas para explotación sexual en San Diego.
Recientemente en Chula Vista se ofrecieron unos foros comunitarios sobre el tema con el propósito de alertar a los padres y estudiantes del problema que ya echa raíces. Habrá otro foro en noviembre.
El jefe de la policía de Chula Vista, David Bejarano, es uno de los principales promotores de la lucha antitráfico humano y la explotación sexual de jóvenes.
De hecho, Bejarano, quien participó en estos foros comunitarios al lado de otras organizaciones, señaló que después del problema de las drogas en jóvenes la explotación comercial sexual infantil es el segundo ingreso financiero más grande de las pandillas de San Diego.
Bejarano indicó que los reportes del Grupo de Trabajo de Tráfico Humano Regional de San Diego coinciden con los informes de nivel internacional que la trata de personas, seguido del narcotráfico es el segundo tipo de crimen más grande del mundo.
La principal arma de defensa en contra de este problema puede iniciar en casa con la comunicación entre padres e hijos.
"El apoyo emocional de los papás en las diferentes etapas de desarrollo de los hijos es muy importante, conocer las amistades que rodean a los hijos, saber escuchar y estar pendiente de ellos cuando salen", manifestó Bejarano.
En la familia de Brian hubo problemas que contribuyeron a la huida de casa de su hija.
"Tengo 12 años divorciado y esto sin duda afectó a mis hijos, impactó más a mi hija, emocionalmente estaba devastada", recordó.
El padre, de 45 años, dice que de ninguna manera se culpa del camino que eligió su hija, pero sí de no detectar el foco rojo de la urgente ayuda emocional a la que debió ser sometida años atrás.
"Hace dos años mi hija se fue a vivir con su novio quien finalmente se convirtió en el principal comercializador del cuerpo de mi hija", dijo Brian con tristeza.
Triste Realidad
De acuerdo con el Departamento de Justicia de California, en el 2009 unos 6 mil 784 jóvenes decidieron irse de su casa o fueron echados, y uno de cada tres de ellos fue víctima de la explotación sexual comercial.
La hija de Brian ha sido rescatada más de una vez, han encarcelado a cabecillas de la trata de personas, pero la pesadilla de su familia continúa.
"En una noche mi hija dice que puede ganar hasta 3 mil dólares, pero ella no recibe ni un solo centavo. Puede tener la computadora más cara del mercado y en un abrir y cerrar de ojos se la roban las mismas compañeras", relató.
Los detalles que cuenta Brian son tristes, duros, difíciles de creer, sin embargo el padre de familia debe estar ahí para sus otros tres hijos. Lo peor para su hija es que es adicta al alcohol y hace un año fue diagnosticada con trastorno bipolar.
Luchando Contra sus Demonios
Cuando Brian observó la foto de su hija que lleva en su cartera, los ojos se le pusieron llorosos y exclamó que por nada del mundo deja de amarla.
"Yo le cambié pañales, le daba su biberón y sigue siendo mi hija", platicó.
Brian trata de hacer algo, ofrece su ayuda voluntaria a diferentes organizaciones locales que se dedican a rescatar jóvenes víctimas de la prostitución.
Algo muy doloroso para este padre ha sido hablar en público sobre el caso de su hija y lo hace con el fin de que su experiencia alerte a otros padres de familia.
De hecho, Brian hablará de su caso en el documental Adoctrinados: La Preparación de los Niños en la Prostitución (Indoctrinated: the Grooming of Children into Prostitution), promovido por el Institute for Public Strategies.
"Está enfocado en la educación de padres y estudiantes sobre las artimañas utilizadas por pandillas y padrotes locales para envolver a los jóvenes", informó el psicólogo Manolo Guillén del Instituto de Estrategias Publicas, uno de los coordinadores de foros comunitarios y promoción del documental.
El plan es estrenar el documental a fines de octubre en las diferentes escuelas de San Diego, informó Guillén de 40 años, quien tiene 10 años de experiencia en el tema de trata de personas y explotación comercial sexual infantil.
Sin embargo, Marci Cavanaugh, de 51 años, no está segura de que este documental lo vea su hija quién apenas inició la secundaria en el norte de San Diego.
"No sé cómo lo tomará mi hija emocionalmente", consideró.
En cambio, le pareció excelente idea que este filme se presente en los estudiantes de preparatoria, nivel que su hijo mayor acaba de iniciar.
Por su parte, Manuela Verde, de 43 años, tiene dos hijas, una en secundaria y otra en preparatoria en Chula Vista y ella no ve ningún inconveniente en que ambas vean el documental.
"Es una forma de alertar y concientizar a los jóvenes, además los puede animar a denunciar en caso de saber de casos", indicó la madre de familia.
Justamente el éxito en contra este problema depende en gran medida en crear conciencia en la comunidad y ver a estos jóvenes como víctimas y no como criminales, destacó Guillén.
Brian mantiene la esperanza de que todos estos esfuerzos lo despierten de su pesadilla.
Consejos de Alerta
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Irasema Mayoral escribe para Enlace, el semanario en español de San Diego Union Tribune. editorial@mienlace.com
