SAN DIEGO- A más de un año de la muerte del inmigrante Anastasio Hernández Rojas a manos de agentes federales a unos pasos de la Puerta México, este miércoles, abogados representantes de la familia dieron a conocer nuevos detalles en el caso que narran la brutal golpiza que derivó en el homicidio del mexicano.
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En base a ello, se presentó una enmienda a la demanda civil interpuesta el pasado mes de marzo.
Dicha demanda firmada por los cinco hijos de Hernández Rojas exigía además de una remuneración económica por daños, el acceso a información limitada por autoridades federales, como declaraciones de testigos o muestra de videos de vigilancia expuestos en la zona.
En base a ese derecho, abogados de la familia califican como "tortura por una pistola de descarga eléctrica", la muerte del mexicano. Inclusive, la nueva demanda fue interpuesta contra los doce agentes de inmigración tanto de ICE, CBP y Patrulla Fronteriza que atacaron al mexicano.
De acuerdo al abogado Adrián Martínez, parte del equipo legal junto a Eugene Iredale y Guadalupe Valencia, ya se cuenta con los nombres de los oficiales involucrados en la muerte de Hernández Rojas, aunque rechazó que se puedan dar a conocer.
"Gracias a la información adquirida ya podemos presentar una demanda con información mucho más precisa y concreta, que le da mayor fortaleza al caso", declaró el abogado.
Sobre la posibilidad de que la parte acusadora cuente con copias de los videos de vigilancia que la Patrulla Fronteriza debe tener instalados en esa zona, el abogado se limitó a contestar que "no hay comentarios al respecto".
Martínez señaló que ahora, las autoridades norteamericanas tienen 60 días para responder a la enmienda de demanda presentada este miércoles, aunque niegan este sea el caso.
"No esperamos ninguna respuesta, eso es algo muy común en este tipo de casos", mencionó.
Dijo que en este periodo, el gobierno norteamericano puede negar los hechos detallados en la demanda o iniciar un proceso para invalidar la misma.
La nueva información se basa en declaraciones de más de 20 testigos, entre ellos, los agentes involucrados y Pedro Hernández, hermano del inmigrante asesinado con quien se encontraba al momento de ser detenido por agentes de inmigración en la zona aledaña al Hongo en suelo americano.
Asimismo, Martínez enfatizó que aunque la demanda exige una remuneración económica no especificada, la postura de la familia que representa sigue siendo "buscar justicia" y cárcel para los agentes que quitaron la vida a Hernández Rojas.
Actualmente, la demanda penal se encuentra bajo investigación del Departamento de Justicia en Washington, luego de que la Fiscalía Federal enviara el caso a su División de Derechos Civiles.
Autoridades de la Patrulla Fronteriza han guardado hermetismo en el caso sin querer dar declaraciones al respecto argumentando que el incidente se encuentra bajo investigación. El pasado mes de mayo, el Comisionado de CBP, Alan Bersin garantizó a medios de comunicación que se está monitoreando la indagación y que se darían a conocer detalles "cuando estuvieran listos".
La segunda demanda presentada ante la Corte Federal detalla que, "El pasado 28 de mayo de 2010, Anastasio Hernández Rojas murió a manos de agentes federales de inmigración luego de que éste se quejara de abuso físico por parte de un oficial de la Patrulla Fronteriza".
"(Anastasio) exigió asistencia médica, se resistió a regresar a México sin hablar con un abogado y clamó a los agentes que dejaran de golpearlo y brutalizarlo", continúa el escrito.
Anastasio Hernández perdió la vida a los 42 años dejando a cinco hijos con ciudadanía norteamericana y una pareja sentimental.
De acuerdo a la información revelada por el equipo legal que encabeza la demanda por parte de la familia Hernández, el enojo de los agentes inició luego de que un oficial pidiera a Anastasio que tirara una botella de agua en la basura.
En su lugar, el mexicano tiró el contenido hacia el suelo desatando la ira del agente quién violentamente arrebató la botella de la mano de Hernández.
Cuando el inmigrante se quejó de la respuesta, el agente lo empujó hacia la pared y posteriormente, pateó sus tobillos repetidamente y lo sometió hacia el suelo con sus brazos extendidos.
Los golpes agraviaron una fractura previa que tenía en el tobillo, misma que todavía contaba con un tornillo insertado en un hueso interior.
Hernández lloró del dolor y pidió asistencia médica a la par de quejarse con otros agentes presentes de lo ocurrido. Además, exigió ser presentado ante un juez de inmigración. Tras los hechos, el supervisor del grupo de agentes ordenó su deportación inmediata a México bajo la custodia del agente que lo había atacado.
Una vez en el área de deportaciones conocida como "Whiskey Two", ubicada a unos pasos de la Puerta México, Anastasio volvió a pedir ser presentado ante un juez de inmigración.
Posteriormente, dos agentes de la Patrulla Fronteriza lo empujaron y lo sometieron hacia el suelo donde comenzaron a golpearlo. Dos agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) lo atacaron con la macana y un quinto oficial se unió al altercado pateando y golpeando a puños a Hernández.
Dado la concurrencia del lugar, un grupo de civiles se dio cuenta de lo ocurrido. Algunos de ellos empezaron a grabar el incidente en su teléfono celular. De acuerdo a la información de la demanda, dos agentes federales confiscaron dichos celulares y borraron las imágenes recién tomadas.
Otros oficiales se agruparon para tapar la visibilidad de las personas que transitaban por el lugar.
Asimismo, la demanda detalla que al momento de la golpiza, tres supervisores presenciaron los hechos pero se negaron a intervenir.
El documento también cita que Hernández clamó por ayuda antes de morir gritando, "¡Por favor deténganse!", "¡No me lastimen!", "¡Ayúdenme!" y "¡Por favor no!".
Lo anterior se avala en el único video que hasta la fecha se ha dado a conocer y que hoy en día circula en el portal de YouTube.
El joven Humberto Navarrete, residente de San Diego, se encontraba en el lugar y pudo grabar en un video de tres minutos y medio, aquellas imágenes. Dicho material, constituye la evidencia más fehaciente en el caso.
Un oficial de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) se acercó y pidió a los agentes que se hicieran hacia atrás. Fue entonces cuando detonó una pistola eléctrica X-26 Taser hacia el cuerpo del mexicano que se encontraba sometido y esposado en el suelo.
El agente electrocutó a Hernández administrándole detonaciones de cinco, cinco, trece y doce segundos respectivamente.
Posteriormente, agentes amarraron al mexicano de pies y manos. Fue entonces cuando descubrieron que éste no respiraba.
De acuerdo a información de la oficina Médico Forense, la muerte de Hernández fue declarada "homicidio", debido a la falta de oxígeno hacia el cerebro causando un paro cardiaco. Otros factores incluyeron una condición cardiaca previamente existente además de que se encontraron rastros de metanfetaminas en el sistema de acuerdo a la autopsia.
Una autopsia independiente realizada por el doctor Marvin Piertruszka, conocido patólogo forense, reveló hematomas en la mayor parte del cuerpo además de fracturas en cinco de las costillas de Anastasio.
Bajo estos argumentos, la parte acusador señala que los eventos que derivaron en la muerte del mexicano se deben a una "tortura por la pistola eléctrica en violación tanto a los derechos constitucionales de Estados Unidos como leyes internacionales".
La demanda que cita al Comité en Contra de la Tortura de las Naciones Unidas, señala que el uso del arma X-26 Taser constituye una forma de tortura que representa riesgo de muerte.
"La administración del uso de estas descargas de electricidad de cinco a trece segundos cada una con el propósito de someter a un hombre que clamaba por ayuda concuerda con la definición legal de tortura, en este caso, causando la muerte", relató el abogado Iredale en un comunicado de prensa.
La familia de Hernández Rojas no estuvo disponible inmediatamente para comentarios.
Christian Ramírez, coordinador nacional del Comité de Amigos Americanos, organización que ha trabajado en conjunto con la familia, informó que ésta se encuentra "frustrada debido a que el proceso ha sido muy lento".
Sobre los nuevos datos revelados en la demanda sobresalió el hecho de que al mexicano se le negaran dos derechos fundamentales como asistencia médica o la posibilidad de presentarse ante un juez de inmigración.
Asimismo, dijo que es "inusual" que se haya llevado a Hernández a la zona de deportaciones completamente solo dado que fue detenido junto a su hermano Pedro.
"No se entiende porque la urgencia de deportar a Anastasio por parte de la Patrulla Fronteriza", comentó.
En conjunto con la familia, el Comité de Amigos Americanos ha denunciado el caso en diversas ocasiones a través de reuniones comunitarias con la intención, de que estos incidentes no vuelvan a ocurrir en la frontera.
"Las autoridades quieren dar carpetazo pero no vamos a rendirnos, vamos a seguir denunciando estos casos lo más que se pueda."
Alexandra.mendoza@sandiegored.com