PLAYAS DE ROSARITO.- El sacerdote católico Raymundo Figueroa, conocido como "El padre desobediente", fue arrestado la tarde de este jueves en Playas de Rosarito por agentes de la Policía Federal Ministerial por el supuesto delito de despojo de bienes federales.
Gabriel Figueroa, hermano de Raymundo y también párroco, dijo que habían trasladado a su hermano a la penitenciaría estatal de La Mesa. Él acusó a la Arquidiócesis de Tijuana, dirigida por el arzobispo Rafael Romo, de estar detrás de esta persecución.
El pasado 6 de enero el arzobispo había informado, en un hecho sin precedentes en la región, que la Sagrada Congregación para el Clero en Roma impuso "la pena de dimisión del estado clerical" al sacerdote Raymundo Figueroa.
"El decreto vaticano lo deja sin los derechos y oficios del estado clerical, pero también lo libera de las obligaciones inherentes a la sagrada ordenación, entre ellas el celibato sacerdotal", apuntó Romo en un comunicado.
La dimisión parecía el último capítulo de una batalla insólita primero verbal y luego legal entre el máximo representante de la iglesia católica en la región y un presbítero que paradójicamente fue invitado a Tijuana en 1991, aún siendo seminarista, para reforzar la grey.
A raíz de que el padre Raymundo celebró una misa el 3 de mayo de 2009, durante la contingencia cuando las autoridades pedían no realizar actos públicos para evitar contagios de influenza AH1N1, la Arquidiócesis de Tijuana ordenó su traslado a un nuevo oficio parroquial por desobedecer el mandato.
Pero Figueroa se negó a dejar la parroquia del Santísimo Sacramento, ubicada en la colonia Constitución de Playas de Rosarito, donde había estado desde febrero de 2007, argumentando tener un compromiso con la gente de su comunidad que le ayudó a terminar la construcción del templo.
El arzobispo utilizó incluso a la corporaciones policiales para desalojar al "Padre desobediente" de la iglesia y lo consiguió.
Sin embargo, Figueroa apoyado por la comunidad del barrio Constitución comenzó a oficiar misas, apoyado por su hermano Gabriel, en un patio austero a un costado de la parroquia Santísimo Sacramento.
Las misas continuaron incluso luego de anunciarse públicamente "la pena de dimisión del estado clerical" del "Padre desobediente".
El pasado 9 de enero, luego de una misa matutina del padre Gabriel Figueroa en el patio, una veintena de asistentes aseguraban que la Iglesia estaba cometiendo un error con el sacerdote Raymundo, pues nunca antes habían tenido tanto apoyo de un párroco.
"Esto que hicimos (el altar en un patio) es un grito de desesperación por la injusticia que han hecho con el padre Raymundo, cuando él ha hecho mucho por esta comunidad: ha ayudado a enfermos, ha sacado a muchos de la drogadicción y restituido matrimonios que ya estaban destrozados, además de trabajar en la construcción del templo", dijo María Dolores Hernández, de 52.
El sacerdote Raymundo Figueroa tenía una orden de aprehensión por supuesto delito de violación a la Ley General de Bienes Nacionales dictada por el Juez Sexto de Distrito, que fue cumplimentada por los agentes federales.
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