Tijuana.- Ella tiene 17 años y es adicta a los ansiolíticos, unos tranquilizantes utilizados para eliminar los síntomas de ansiedad, a raíz de haber sido abusada sexualmente y violada durante cinco años por un supuesto amigo de la familia.
Los tomaba para evitar sentir dolor, según un dictamen psicológico que le hizo la fiscalía estatal que determinó que la víctima presentaba afectación emocional.
A pesar de que avisó a su madre, ésta nunca le creyó. La denuncia ante el Ministerio Público la hizo apoyada por un amigo. En declaración a las autoridades señaló que conforme pasó el tiempo, los abusos sexuales de su agresor fueron más intensos hasta llegar a la violación.
Incluso, indicó la víctima a las autoridades, en algunas ocasiones el violador la golpeaba y le daba a ingerir bebidas alcohólicas mezcladas con tranquilizantes.
José Luis Guevara López, de 55 años, fue arrestado el pasado 11 de julio en la colonia El Pípila, un barrio marginal al este de la ciudad, acusado por la menor de ser el hombre que la agredió durante un lustro.
Este caso es uno de los prototipos que la fiscalía tiene registrado en el total de denuncias durante el primer semestre del año, que asciende a 109 casos de violaciones, 43 más que en el mismo periodo de enero a junio de 2010.
La subprocuradora en Tijuana de la fiscalía estatal, Martha Imelda Almanza, dijo en entrevista que no tienen claro si el aumento corresponde a una mayor confianza de las víctimas para denunciar o bien se trata de más agresiones.
En todo caso la zona este de la ciudad que comprende media centena de colonias populares, algunas todavía con deficiencias en sus servicios públicos; naves industriales y pequeños fraccionamientos amurallados ha tenido un aumento del 26 por ciento en delitos como robos y violaciones, de acuerdo a autoridades de seguridad pública.
Almanza acepta que el número de casos de denuncias de violaciones no son todas las que están sucediendo en la ciudad, "hay una cifra negra".
Sin embargo, tras las jornadas de trabajo y concientización que la fiscalía ha realizado al oriente de la urbe han aumentado las delaciones, sobre todo las denuncias anónimas de mujeres que no se habían atrevido por miedo o porque creían que no sentirían algún alivio.
El rango de edades de las víctimas son sobre todo jóvenes, aunque tienen casos de mujeres sexagenarias violadas. El agresor generalmente es una persona que tiene una relación de amistad, parentesco o está al cuidado de la víctima.
Es por eso que la víctima siente temor a denunciar, pues tiene miedo de que el victimario también agreda a su familia. O bien la misma confianza que hay con esa persona hace que no se tomen las precauciones adecuadas.
Según la funcionaria, los casos de violación están relacionados con otros delitos como la omisión de cuidados e incluso con homicidios.
Desde hace dos años, la fiscalía estatal está elaborando un análisis de los casos de abuso sexual y violaciones en Tijuana con la pretensión de señalar patrones de los ataques, rasgos de los agresores, zonas de peligro y horarios cuando las víctimas son más vulnerables, entre otros, con el fin de hacer más efectiva la investigación de los casos, dijo Almanza.
Los investigadores del Ministerio Público están contra el tiempo porque las averiguaciones contra violadores tienen un tiempo máximo de tres días, cuando no son detenidos los agresores en flagrancia.
Actualmente tiene 97 por ciento de sentencias condenatorias en todos los procesos que se investigaron y consignaron, con penas que van hasta de 17 años (la pena máxima es 22 años), aseguró Almanza.
