Tijuana.- El presidente de México, Felipe Calderón, dijo que le preocupaba la impunidad en el caso Hank, pues no sólo el magnate de las apuestas se libró del delito de acopio de armas por una "verdad legal", sino también los criminales que utilizaron dos de esas armas en homicidios sucedidos en Tijuana.
En entrevista con el presentador de noticias Joaquín López Dóriga, para Noticieros Televisa, Calderón habló del caso Hank, entre la serie de temas que le "enojan o le preocupan" previo a su Quinto Informe de Gobierno. La entrevista fue difundida anoche por el canal 2 a nivel nacional.
"Independientemente de lo que haya determinado el juez respecto de las circunstancias en que fueron encontradas ochenta y tantas armas prohibidas en la casa del señor Hank González (sic), es un caso muy claro donde se distingue la verdad real y la verdad legal.
"La verdad legal qué dice: El juez considera que el Ejército no probó que iba en persecución de unas personas, que encontró personas armadas afuera de la casa de Hank, que entraron a la casa de Hank. Y la verdad legal dice que ahí hay un allanamiento, ahí no hay flagrancia. La verdad legal, entonces, no hay delito.
"¿Y cuál es la verdad real? Que ahí estaban las armas, peor aún Joaquín, que dos de esas armas empatan y fueron las armas que se utilizaron para matar a dos personas, es decir, hay dos homicidios ejecutados en tiempos y circunstancias distintas en la ciudad de Tijuana que fueron, que mataron a dos personas con esas armas que ahí se encontraron. Esa es la verdad real", explicó Calderón.
El pasado 25 de agosto, el magistrado Alejandro Rodríguez, titular del Tribunal Federal, desestimó las pruebas presentadas por la Procuraduría General de la República (PGR) contra Jorge Hank Rhon, de 55 años, en la apelación que interpuso esta institución tras su inconformidad con la orden de liberación que dictó la juez federal Blanca Evelia Parra el 14 de junio pasado.
Hank, ex alcalde de Tijuana y dueño de las casas de apuestas del Grupo Caliente, fue arrestado la madrugada del 4 de junio pasado en su mansión del fraccionamiento Puerta de Hierro, ubicado en los terrenos del hipódromo Caliente. En el operativo hubo diez detenidos más.
La PGR reveló entonces en un comunicado que militares habían encontrado en el domicilio del empresario 88 armas (78 de ellas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas) y casi diez mil cartuchos luego que hombres armados, capturados en un hotel de la ciudad, los habían conducido a la casa de Hank y vieran cómo otros hombres armados se refugiaban en la vivienda.
Posteriormente, la PGR informó que dos de las armas incautadas (una calibre .40 y otra calibre .380) fueron utilizadas en dos homicidios sucedidos en Tijuana.
La fiscalía estatal detallaría que se trataba de los asesinatos de Martín Feliciano Camacho (sucedido el 28 de junio de 2010) y Olegario Figueroa (16 de diciembre de 2009), ambas ejecuciones ocurridas en la zona Río.
Pese a que la esposa de Hank, María Elvia Amaya, declaró durante los primeros días del arresto de su marido que sí había armas en la casa y el propio Hank (en una carta pública, de la que luego aseguró no recordar que la había escrito él, aun cuando tenía su firma) dijo que los militares le tomaron fotografías con un arsenal en su domicilio, la defensa alegó que las armas encontradas en la mansión del dueño de Grupo Caliente habían sido plantadas.
El 20 de junio, durante una conferencia de prensa, Hank dijo "se me borró el cassette", en referencia a que había perdido la memoria de lo que sucedió esa madrugada.