Las amenazas fueron hechas simultáneamente por teléfono alrededor de las 11:30 de la mañana. "Mil cabezas serán destruidas", mencionaba una voz masculina anónima que advertía sobre bombas instaladas en los diferentes campus.
Actualmente la Oficina de Investigaciones Federales (FBI) está investigando las llamadas.

A su vez, el superintendente del distrito de San Ysidro, Julio Fonseca, exhortó a que cualquiera que tenga información sobre quién es el responsable, contacte a la policía o a las autoridades locales.
Los planteles que cerraron volvieron a sus actividades normales después de una hora, mientras la policía escolar realizaba recorridos en las instalaciones.
Vía NBC San Diego y The San Diego Union Tribune
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