Luis Manuel Pulido estaba harto, cansado y agobiado de la situación que lo rodeaba.
Sus padres peleaban incesantemente, el vecindario donde vivía era semillero de pandilleros y sus compañeros de colegio se comportaban agresivos con él.
Un día el joven de 18 años decidió que tenía que escapar de la realidad que lo rodeaba y para hacerlo escogió la puerta falsa de las drogas.
En este caso su droga de elección no fue la mariguana, ni la cocaína ni anfetaminas, él no tenía dinero para tener acceso a este tipo de estupefacientes.
En una tarde de fiesta, una amiga le enseñó el camino devastador de ingerir medicamentos caseros para escapar de la realidad.
Ese día, Pulido se tomó de un jalón media botella de Robitusin, un jarabe que los médicos prescriben a los pacientes que sufren de tos.
"Me pegó muy fuerte, casi no me acuerdo de nada pero eso es lo que quería, no saber de nada ni de nadie" dijo Pulido quien la semana pasada cumplió nueve meses de mantenerse sobrio gracias a un programa de ayuda implementado por la corte juvenil de San Diego.
"Después de mi primera vez, seguí drogándome con otros medicamentos que estaban en mi casa", confesó.
El caso de Pulido no es una situación aislada.
En San Diego uno de cada cuatro menores de 18 años toma prescripciones médicas para drogarse.
De acuerdo al director de la Casa Blanca para el de control de substancias prohibidas, David Mineta, el abuso en el consumo de medicamentos se ha cuadriplicado.
"Es uno de los principales problemas de salud pública en el país", reconoció Mineta al explicar que el consumo de prescripciones médicas entre jóvenes de 12 a 18 años subió del 2.2 por ciento al 9.9 por ciento entre 1998 y 2008.
Las estadísticas muestran que el medicamento que más buscan los adolescentes en los botiquines de su casa o entre su grupo de amigos son las pastillas para controlar el dolor.
En los últimos 10 años, el consumo de pastillas para controlar el dolor entre los jóvenes a nivel nacional pasó del 6.8 por ciento al 26.5 por ciento.
Se estima que en los Estados Unidos, cada año 912,500 menores de edad se drogan con medicinas.
La situación es tan grave que el abuso de medicamentos se ha convertido en la segunda causa de muerte entre menores de 18 años en el país.
Solamente los fallecimientos por accidente de automóviles superan la cifras de aquellos que mueren por sobreutilzar medicinas que se venden en las farmacias con o sin receta médica.
"Esta situación no se arregla arrestando a los jóvenes que utilizan medicamentos para drogarse". dijo el director de la Agencia Antidrogas en San Diego (DEA), Ralph Partridge.
"Lo que tenemos que hacer en este caso es informar los jóvenes sobre los peligros que corren al drogarse con medicinas y a los padres de familia hay que hacerles ver lo fácil que es para sus hijos conseguir este tipo de drogas", apuntó el funcionario.
Los medicamentos más comunes para que los jóvenes se droguen se encuentran en cada uno de los botiquines de todas las casas.
Jarabes para la tos y pastillas para combatir el dolor como el Vicodin y OxiContin encabezan la lista de medicinas utilizadas por adolescentes adictos.
"El sobreconsumo de estos medicamentos, a diferencia de otras drogas como la mariguana, no va en función de que el joven quiera experimentar nuevas sensaciones", explicó Cármen Pérez de Pheonix House, un organismo localizado en el norte del condado de San Diego que ayuda a la rehabilitación de adolescentes adictos a medicamentos.
"El principal objetivo de los jóvenes que ingieren medicamentos es evadir a toda costa la realidad que los rodea", dijo Pérez.
Ejemplo de lo anterior es Alvin "N", quien recurrió a los medicamentos caseros para iniciarse en el mundo de la drogadicción.
"Yo tomaba relajantes musculares, con ellos no sientes euforia ni depresión, lo que hacen es desconectarte de la realidad, salirte de este mundo", explicó el joven de 17 años, quien al igual que Luis Manuel Pulido, lleva nueve meses sin drogarse gracias al programa de rehabilitación que ofrece la corte juvenil de San Diego.
"Nuestra misión es decirle a los padres de familia que estén muy atentos de sus hijos y que destruyan los medicamentos que ya no usan", dijo Partridge quien de manera elocuente señaló su preocupación ante este problema que en los últimos tres años le ha costado la vida a 3,769 jóvenes en California.
"Ya no quiero ver más escenas de padres enterrando a sus hijos por una sobredosis de medicamentos".
[sidebar]Información y ayuda
El Departamento del Sheriff del Condado ofrece información para prevenir el abuso de medicamentos.
Kids health ofrece información en español sobre el abuso de medicamentos.
Puedes acudir a las siguientes organizaciones si tu hijo o alguien que conoces está abusando de medicamentos.
Phoenix House
785 Grand Avenue # 220 en Carlsbad
Teléfono: 760.729.2830.
Centro de rehabilitación SAFIR
4990 Williams Avenue en La Mesa
Teléfono: 619.668.4250
Hay ayuda en español.
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