Tijuana.- Jorge Hank Rhon aseguró que no recuerda qué sucedió durante las horas que los militares estuvieron en su casa la madrugada del 4 de junio; aunque sí tiene memoria de la comida que autoridades le ofrecieron horas después.
Un día antes de su arresto explicó que tuvo una jornada laboral y social muy larga que empezó a las 6 de la mañana del viernes y terminó a las 2:30 de la mañana del sábado.
A esa hora llegó a su domicilio en el fraccionamiento Puerta de Hierro, ubicado dentro de los terrenos del hipódromo Agua Caliente, después de un banquete "bien servido y bien bebido" en el que fue anfitrión, dijo. Como a las tres de la mañana lo detuvieron y de eso ya no tiene memoria.
"Se me borró el cassette", señaló Hank en rueda de prensa.
Aseguró que tampoco recuerda la carta firmada supuestamente por él, dada a conocer por su esposa María Elvia Amaya un día después de su arresto.
En la misiva que tenía errores de sintaxis, por momentos se refería en primera persona y otros en tercera apuntaba que "el día de hoy 4 de junio de 2011, encontrándome en mi domicilio durmiendo, llegó hasta mi recámara entre 6 o 8 militares y encapuchados, quienes le ordenaron que se vistiera y lo bajaron a la sala, en donde lo tuvieron de las 3 de la mañana hasta las 5 aproximadamente, me tuvieron en el lobi de frente a la pared, por lo que no vi lo que estas gentes hicieron en mi domicilio, al llegar los militares y encapuchados no me mostraron ninguna orden de cateo, como a las 5 de la mañana me dicen que me pare frente unas armas que se encontraban en el piso y me tomaron unas fotos, armas que nunca había visto y que no reconozco".
"No me acuerdo bien del documento", dijo evasivo el ex alcalde de Tijuana y dueño de las casas de apuestas de Grupo Caliente.
Sin embargo, poco después un reportero le preguntó qué le habían dado de comer durante los diez días que estuvo detenido.
Hank se extendió, dijo que durante su estancia en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada de la Ciudad de México le habían dado el domingo 5 de junio una torta con una rebana de jamón y una de queso, un plátano y un mazapán. Mientras que el martes 14 de junio, cuando fue liberado, le habían dado unos chilaquiles y unos frijoles ahogados.
El ex alcalde de Tijuana dio una conferencia la tarde de este lunes en el lobby del hipódromo Agua Caliente, para responder a todas las dudas y que ya no volvieran a cuestionar más sobre este tema cuando se presente en eventos públicos, dijo.
Pero Hank, de 55 años, no fue claro en todas las cuestiones jurídicas sobre los casos de los que tanto la fiscalía federal como la estatal lo acusan. Durante la rueda de prensa se mostró evasivo y bromista ante preguntas difíciles, y extensivo y anecdótico ante cuestionamientos superficiales.
Por momentos parecía un "showman" dispuesto a querer agradar a todos, hacía bromas con los reporteros y en muchas respuestas aludía al amor que siente por su mujer.
Hank fue acusado por la fiscalía federal de acopio de armas luego que militares presuntamente aseguraran en su domicilio 88 armas y casi diez mil cartuchos (78 de las armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas).
Pero la juez federal del caso, Blanca Evelia Parra, ordenó su liberación luego de diez días detenido porque la defensa de los inculpados probó que la detención ocurrió "en horas y circunstancias diversas a las narradas en el parte informativo suscrito por elementos del Ejército mexicano".
Sin embargo la fiscalía estatal, poco después de que liberaran a Hank, lo arraigó por unas horas en un hotel de la ciudad tras acusarlo de ordenar el homicidio de Angélica María Muñoz Cervantes, de 24 años, una joven ligada sentimentalmente a Sergio Hank Krauss, hijo del ex alcalde, que fue encontrada muerta el 13 de agosto de 2009. Pero el juez Primero de lo Penal declaró improcedente el arraigo, por lo que Hank consiguió su libertad ese mismo día.
Dos días antes de que la fiscalía vinculara al magnate de las apuestas con el homicidio de Muñoz Cervantes, lo había ligado junto a los diez detenidos el 4 de junio con los asesinatos de Martín Feliciano Camacho (sucedido el 28 de junio de 2010) y Olegario Figueroa (16 de diciembre de 2009), pues dos de las 88 armas confiscadas fueron utilizadas en estas ejecuciones ocurridas en la zona Río de Tijuana.
Hank dijo durante la conferencia que no quería juzgar la situación que había vivido. Quería suponer que no había sido una cuestión política ni que respondía a un interés por parte de él de querer ser candidato a gobernador de Baja California por el PRI, porque aún no sabe si se lanzará otra vez a esa odisea.
Tampoco le causó indignación su detención, dijo, fueron días de asueto en los que bajó ocho kilogramos de peso.
¿Y las armas que encontraron en su domicilio? ¿Y los casos de homicidios en los que se le involucra?
Sobre las armas sostuvo que ninguna es suya, pero en su domicilio hay armas que son de los oficiales de seguridad que le proporciona ya sea el estado, el municipio o la federación. Sobre los homicidios, dijo, sus abogados se encargarán.
Hank dijo que las autoridades estadounidenses le habían pedido su visa, aunque no por este caso, por lo que ya no estaba cruzando a Estados Unidos. No aclaró desde cuándo, pero no la ha vuelto a solicitar.
"Los tengo castigados", agregó.
