TIJUANA.- Es posible que después de conocer la noticia del Tribunal Federal, Jorge Hank Rhon bebió un caballito del tequila casero que dice que elabora con penes de tigre, león y perro; ginseng, víbora de cascabel, bilis de oso y alacranes.
Aunque el político priísta no lo dijo cuando agradeció, a través de su cuenta en Facebook, la mañana de este viernes a todos los que lo apoyaron cuando fue detenido durante diez días, desde la madrugada del pasado 4 de junio, junto a diez hombres bajo la acusación de acopio de armas.
La tarde del pasado jueves, el magistrado Alejandro Rodríguez, titular del Tribunal Federal, desestimó las pruebas presentadas por la Procuraduría General de la República (PGR) contra Hank, de 55 años, en la apelación que interpuso esta institución.
Inconforme con que la juez federal Blanca Evelia Parra ordenara la liberación del ex alcalde y empresario, la PGR apeló la decisión de ésta el 14 de junio pasado.
La juez Parra liberó a Hank y al resto de los detenidos porque los abogados de la defensa probaron que la detención ocurrió "en horas y circunstancias diversas a las narradas en el parte informativo suscrito por elementos del Ejército mexicano".
Así pues, tras la ratificación de su liberación, Hank accionista principal del club de fútbol Xoloitzcuintles, del cual su hijo Jorgealberto Hank Inzunza es el presidente metió otro gol a la fiscalía federal.
Y de paso dejó un precedente inquietante que cuestiona la forma de actuar de las autoridades de procuración de justicia en momentos en que los acusadores se nombran producto de una depuración o limpieza de las corporaciones tras la amenazante sombra del crimen organizado.
La acusación de la PGR contra Hank está basada en el parte informativo que los militares hicieron durante la detención del ex alcalde la madrugada del 4 de junio en su mansión del fraccionamiento Puerta de Hierro, ubicado en los terrenos del hipódromo Caliente.
En el parte, la PGR afirmó que militares, en base a una denuncia anónima, detuvieron a dos hombres armados en un hotel de la ciudad, quienes les dijeron que en un domicilio de la colonia Hipódromo había más armamento.
La casa, que resultó ser la propiedad del magnate de las apuestas, fue cateada sin una orden jurídica porque los militares observaron que ahí había más personas armadas que intentaron esconderse dentro del inmueble, según la fiscalía federal.
En ese domicilio fueron arrestados nueve personas, entre ellas Hank, y aseguraron 88 armas (78 de ellas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas) y casi diez mil cartuchos.
Dos de las armas incautadas (una calibre .40 y otra calibre .380), según la PGR, fueron utilizadas en dos homicidios sucedidos en Tijuana.
La Procuraduría General de Justicia de Baja California detalló que se trataron de los asesinatos de Martín Feliciano Camacho (sucedido el 28 de junio de 2010) y Olegario Figueroa (16 de diciembre de 2009), ambas ejecuciones ocurridas en la zona Río.
Pese a que la esposa de Hank, María Elvia Amaya, declaró durante los primeros días del arresto de su marido que sí había armas en la casa y el propio Hank (en una carta pública, de la que luego aseguró no recordar que la había escrito él, aun cuando tenía su firma) dijo que los militares le tomaron fotografías con un arsenal en su domicilio, la defensa alegó que las armas encontradas en la mansión del dueño de Grupo Caliente habían sido plantadas.
El 20 de junio, durante una conferencia de prensa, Hank convenientemente dijo "se me borró el cassette", en referencia a que había perdido la memoria de lo que sucedió esa madrugada.
La defensa del magnate de las apuestas presentó como principal prueba una serie de videos que fueron contundentes tanto para la juez Parra como para el magistrado Rodríguez, según las resoluciones del caso que hicieron público de cómo los militares llegaron a su casa.
En el comunicado que la dirección general de Comunicación Social del Consejo de la Judicatura Federal envió del caso Hank, se señala que los videos difieren del parte informativo presentado por la PGR y ésta nunca comprobó su dicho de que los videos habían sido manipulados por la defensa.
Cuando Hank fue liberado el 14 de junio, luego de permanecer en el penal estatal de mediana seguridad de El Hongo, en Tecate, el fiscal estatal Rommel Moreno lo arraigó en un hotel de la ciudad por un nuevo cargo en su contra.
Moreno dijo que un testigo protegido había declarado a la fiscalía estatal que Hank mandó asesinar a Angélica María Muñoz Cervantes, de 24 años, una joven ligada sentimentalmente a Sergio Hank Krauss, hijo del ex alcalde, que fue encontrada muerta el 13 de agosto de 2009.
El nuevo cargo hizo ver a las autoridades federales y estatales, ambas de extracción panista, como persecutores obsesionados con Hank, pero otra vez el empresario salió avante.
El juez Primero de lo Penal declaró improcedente el arraigo, por lo que Hank consiguió su libertad ese mismo día.
En varios actos públicos se ha cuestionado al fiscal estatal sobre el caso, pero, luego del sainete, Moreno dice que no quiere opinar o que la investigación sigue en curso.
Un casi silencio en el que también otras autoridades han caído desde el asesinato en 1988 del periodista Héctor Félix Miranda, co director del semanario Zeta, a manos de dos pistoleros que eran empleados del hipódromo Caliente, que ya dirigía Jorge Hank Rhon.
Omar.millan@sandiegored.com