Tijuana.- En su mirada hay un halo de tristeza, pero Pepe Nacho, un voceador de periódicos de Tijuana, maquilla este desánimo con una sonrisa y tratando de sobrellevar el día a día.
Tiene 53 años y desde los nueve sale todas las mañanas a promover las noticias que los principales diarios de la región ofertan a ocho columnas.
"De eso vivo, porque todos los días hay noticias, hay acontecimientos. A mí me dan tristeza las noticias, como muertes y desgracia de la humanidad", dice Tello Martínez Miranda, nombre de pila de este singular personaje.
Pero ¿qué hace diferente a este hombre? Quizás tres cosas: Su peculiaridad para vender, el hecho de que es un reflejo de la economía del país y el haber sido elegido por la muralista tijuanense Adriana Escudero para dejar su rostro plasmado en un puente de la ciudad ubicado en la Avenida Internacional.
"Debido a la crisis él crea sus personajes porque necesita ganar más dinero. Podemos nosotros aprender mucho de él, siempre dar más de lo que nosotros tenemos, y aparte me parece una persona que siempre anda feliz, cómo una persona en este entorno siempre puede andar tan feliz", comenta Escudero sobre las razones para elegirlo.
"Personajes que son parte de nuestra identidad, adquieren un protagonismo en los murales. Aquí pasan a ser el centro (de atención)", agregó.
Cuenta este voceador que al salir de la adolescencia, ya en edad un poco más madura, se reveló ante sus padres para cumplir un poco su ilusión que traía en mente desde años atrás: ser artista y poder cantarle al mundo.
Pero los sueños cuestan, y la mejor manera de lograrlo para Pepe Nacho fue seguir en lo que él ya sabía hacer pero mezclando su creatividad y utilizando como escenario el mismo vaivén de la ciudad.
A esa creatividad y simpatía Pepe Nacho le agregó una colección de sombreros que también lo distinguen. Tras perder una apuesta con un cliente el voceador tuvo que ponerse un gorro de Bob Esponga durante todo un día, los demás llegaron por añadidura.
Sin poder superar el faltante en su cartera, Pepe Nacho adereza su vida con buen humor, una dosis de positivismo y una cucharadita de sonrisas, mismas que a cada cliente le saca al contarle chistes a cambio de la compra de un periódico.
A otros les canta, pero no canciones de moda, evoca a Jorge Negrete, Luciano Pavarotti y Antonio Aguilar, con suerte hasta les baila como Adalberto "Resortes" Martínez o Germán "Tintan" Valdés.
Sus puntos de venta a lo largo de su vida han sido diversos, recuerda haber estado en la "Tijuana antigua", esa que describe como una bella y tranquila ciudad donde todo era más ameno y había menos pobreza.
De unos años a la fecha, su punto de oferta es la Avenida Internacional rumbo a la garita de San Ysidro, a donde llega desde muy temprano con su carrito de supermercado cargado de noticias, sombreros y su dosis de alegría clave para una buena venta.
Dice no merecerse el mural que Escudero le pintó, de hecho trata de pensar que es otro personaje famoso el que está ahí para no perder piso, aunque su mirada y pícara sonrisa dicen lo contrario.
Pepe Nacho es un reflejo del México de hoy, de aquel hombre que trata de evadir su situación de pobreza para ser feliz; y lo hace cantando, contando chistes, regalando sonrisas y por qué no, buscando el amor.
"Hay de amores a amores, lo que sea es bueno, una güera que tenga ojos verdes, que aparte de bonita sepa cocinar, que tenga su buen dote para que me saque de pobre, ¿no queremos ser dos aquí verdad? Lo que el destino y la vida me quieran dar, a Pepe Nacho lo que le hace falta es una caricia", sostiene.
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Video: Micaela Arroyo – micaela.arroyo@sandiegored.com