Tijuana.- Unas 300 personas opositoras al proyecto "Zócalo 11 de julio" se manifestaron afuera del Palacio Municipal de Tijuana este jueves, luego que el gobierno local desalojara la madrugada del miércoles los campamentos de gente que permanecía desde hacía un año y ocho meses en las áreas verdes.
Los manifestantes se instalaron afuera de las oficinas públicas del municipio todo ese tiempo porque creen que la construcción de un zócalo en esa zona significará la tala de unos 940 árboles del Parque Benito Juárez, uno de los tres grandes pulmones de la ciudad junto a los parques Morelos y Amistad.
Aunque miembros del Patronato del "Zócalo 11 de Julio" conformado por líderes empresariales, organismos civiles y el gobierno estatal y municipal han reiterado en varios foros públicos que sólo removerán una veintena y plantarán 2 mil 500 árboles más.
Pese a que los opositores tenían 20 meses en esa zona, el gobierno del estado y el Ayuntamiento de la ciudad hicieron un operativo la madrugada del miércoles para retirar a las personas y los campamentos que estaban en las inmediaciones del parque debido a "que incurrían en actos violatorios de los artículos 72 y 105 del bando de policía y buen gobierno".
El operativo se dio a diez días de que el alcalde Carlos Bustamante y el gobernador José Guadalupe Osuna, junto a miembros del patronato del zócalo, declararan en un acto público que este proyecto era "un sueño de los tijuanenses" y que esta semana harían oficial la convocatoria pública a los trabajos de la plaza.
A través de un comunicado, el gobierno del estado y el municipal, señalaron que los manifestantes en el parque Benito Juárez ponía en riesgo la integridad de las personas, pues se habían instalado minas de gas y hornos de microondas; además entorpecía, en caso de una emergencia, las salidas de Palacio Municipal y quienes estaban ahí se estaban robando la energía eléctrica con la instalación de un "diablito".
El alcalde agregó que durante los últimos dos años el gobierno local intentó conversar con los opositores, pero éstos se negaron.
Las autoridades informaron que durante el operativo fueron desalojadas 22 personas adultas, a quienes se les aseguraron cuatro minas de gas LP, carpas, mesas y sillas de plástico, así como cobijas, ropa, enseres domésticos y otros objetos que quedaron en resguardo.
Juana Hernández Marroquín, de 73, miembro del Movimiento ciudadano de la defensa del parque Benito Juárez, dijo que en su oposición a la construcción del zócalo no hay nada político, sino "una pelea por la tierra y los árboles, por el oxígeno de esta ciudad".
Alberto Plasencia, de 57, otro simpatizante de este movimiento, señaló que no están en contra de la construcción de un zócalo en la ciudad, sino de que se construya por encima del parque.
"Hay muchos lugares que serían óptimos para la construcción de este proyecto, como la zona este, que actualmente es donde está concentrada la mayor parte de la población de esta ciudad", dijo Plasencia.
Durante la protesta los manifestantes gritaban consignas contra el gobierno y sus argumentos para oponerse al proyecto; también pedían que se les devolvieran sus pertenencias que les fueron confiscadas durante el operativo.
La plaza Zócalo 11 de Julio, como se le llamará, pretende quedar concluida en 2013 y tendrá un costo de 100 millones de dólares, de los cuales el 63 por ciento lo costeará la iniciativa privada, mientras el resto será puesto por la Federación a través de una partida destinada a regeneración de áreas urbanas y cultura, según Carolina Aubanel, presidenta del Patronato.
El plan de la obra comprende la construcción de la plaza en un área de 40 mil metros cuadrados, entre los edificios del Ayuntamiento y el Gobierno del Estado, que abarca el parque Benito Juárez y parte de la canalización del Río Tijuana.
Contempla una explanada con capacidad para 35 mil personas, un edificio de once pisos nombrado Torre Emblema, estacionamiento privado de tres niveles para 2 mil 700 automóviles y un escenario principal de 2 mil 600 metros cuadrados.
Además de un nuevo edificio del Instituto de Cultura de Baja California, plazas, áreas verdes y comerciales y calzadas hacia el Centro Cultural, Plaza Río y colonia Libertad.
Es un proyecto que le da mucha identidad, mucha pertenencia a los tijuanenses. Es un espacio público que a Tijuana le hace mucha falta, según Enrique Mier, tesorero del patronato.
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