Tijuana.- El rescate en la ciudad de una docena de inmigrantes, secuestrados entre diciembre y enero pasados por diferentes bandas criminales, ha puesto de relieve la vulnerabilidad de esta comunidad usada como mercancía.
Las autoridades ven en los casos identificados sólo la punta del iceberg, mientras que las instituciones civiles y de investigación social reconocen que este problema está mal documentado en el país, por su característica ilegal y porque raras veces las víctimas denuncian, y esto ha sido aprovechado por los delincuentes.
Los testimonios de algunos inmigrantes, que habían estado en cautiverio en casas de seguridad de esta frontera, dan una idea de la brutalidad que sufrieron en las manos de los criminales que los secuestraron.
"Yo duré encerrado una noche. Ellos estaban alcoholizados y drogados. Me ponían una navaja en el cuello y me amenazaban una y otra vez", dijo Marcos Cárdenas.
"Hablaron con mi familia en Bakersfield y le pedían mil 500 dólares para que me liberaran. Yo escuchaba a mi madre llorar y pedirles que no me hicieran daño, que depositarían pronto el dinero".
Cárdenas, un inmigrante oaxaqueño, fue liberado el 26 de enero por elementos de la Policía Estatal Preventiva y habló durante una conferencia de prensa donde presentaron a los supuestos secuestradores.
Cárdenas vivió cinco años ilegalmente en California, hasta que en un accidente de tránsito fue arrestado y luego deportado a Tijuana.
Explicó que la tarde del pasado 25 de enero él y otro inmigrante buscaban el apoyo de un pollero (traficante de ilegales) cuando un grupo de sujetos, que aparentaban serlo, lo detuvieron y lo llevaron cautivo hasta una vecindad de la calle Aldrete, en la zona Norte de la ciudad. El otro inmigrante pudo huir.
La policía estatal reportó que habían recibido una delación anónima que los llevó al sitio donde Cárdenas estaba secuestrado.
Durante el operativo capturó a cinco sujetos que confesaron que se dedicaban al plagio de inmigrantes y ex patriados.
En otro caso, la Unidad Antisecuestros de la fiscalía liberó a tres inmigrantes el 9 de enero.
Una de las víctimas testificó sobre el abuso que sufrieron.
"A mí me violaron en diversas ocasiones y uno de los hombres, a quien también habían secuestrado, también fue golpeado y agredido sexualmente", dijo la inmigrante.
Cuando fueron rescatados estaban esposados con las manos hacia atrás, atados de los pies con soga amarilla y tenían cubiertos los ojos con cinta adhesiva gris.
Fueron hallados en una vivienda de la colonia Maclovio Rojas, al este de la ciudad.
La fiscalía estatal informó que arrestó a siete integrantes implicados en ese caso y en otras dos averiguaciones de plagio en agravio a otros ocho inmigrantes.
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