SAN DIEGO.- Las marchas mundiales del Primero de Mayo llegaron hasta esta frontera, donde cientos de personas tomaron las calles de San Diego para exigir justicia e igualdad para la clase trabajadora, entre otras causas sociales.
La protesta conocida como "May Day", que iniciara hace seis años en los Estados Unidos como un signo de solidaridad con la comunidad inmigrante, hoy en día, ha reunido el apoyo de distintas organizaciones civiles que con una sola voz demandan un mejor trato a la clase trabajadora, mejores escuelas y equidad económica.
"Estas marchas reflejan la insistencia de la comunidad en distintos sectores como la clase trabajadora que busca una forma de expresarse", declaró Christian Ramírez, coordinador nacional del Comité de Amigos Americanos.
El activista que formó parte de aquella marcha multitudinaria de 2006, enalteció el hecho de que estas manifestaciones han continuado con el paso del tiempo y aunque no se tiene la misma afluencia que hace seis años, reflejan el sentir de la comunidad.
"Cuando hay la necesidad de expresar alguna inconformidad debemos hacerlo, estamos conscientes que los cambios no llegan por una sola marcha, son el conjunto de la unidad y de diversas acciones que permitan que la voz del pueblo trascienda".
El recorrido inició frente a las oficinas de Cabildo de San Diego y terminó horas en la comunidad hispana de Sherman Heights, justo donde la empresa Wal-Mart pretende alterar un edificio histórico para construir su nueva tienda.
Desde temprana hora, sandieguinos portaban letreros como "Únete Pueblo", "Trabajadores Unidos".
La Unión Internacional de Empleados de Servicio (SEIU, por sus siglas en inglés), también se unió a esta lucha, recordando que será este año cuando se renegociarán los contratos de 30 mil miembros.
"Exigimos lo justo que es un trabajo digno para sostener a nuestras familias", demandó Rosa López, miembro de la organización. "Hoy estamos aquí, padres, conserjes, familias, maestros y estudiantes, todos unidos por una misma causa".
Asimismo, se aprovechó la ocasión para recordar el caso del inmigrante Anastasio Hernández que fuera asesinado hace dos años a manos de agentes federales en la Puerta México.
"Hay un trabajador que no pudo estar aquí esta tarde, alguien que se dedicó a la construcción durante muchos años aquí en San Diego y que fue brutalmente asesinado por agentes de la Patrulla Fronteriza", reiteró Christian Ramírez.
"El momento de exigir justicia, es ahora".
La educación pública también fue un tema fundamental en la marcha.
Luego de la intención de despedir a más de 2 mil 600 maestros del Distrito Escolar Unificado de San Diego, la segunda mayor entidad educativa de California, estudiantes y maestros también llegaron a las calles para demandar un alto.
"Esto no es una crisis financiera, es una crisis de moral, protegen a los ricos y atacan a la educación", dijo el maestro Guillermo Gómez, también activista de la agrupación Unión del Barrio.
"Necesitamos una sociedad educada y es una lástima que nuestros políticos tengan otras prioridades".
A esta voz se unió Mayra Rodríguez, estudiante de la Preparatoria Lincoln quién demandó mayor educación para poder ofrecer un mejor futuro a su familia.
"Quiero mejores escuelas para tener herramientas para luchar por mi gente", dijo la joven de preparatoria.
Estudiantes, trabajadores, activistas paralizaron las calles del Centro de San Diego uniéndose así, al movimiento mundial por el del Día del Trabajo.
alexandra.mendoza@sandiegored.com