SAN DIEGO.- A las siete semanas de vida, Juan sufrió un daño del cual, lentamente se recupera.
Llegó al hospital con fracturas de costilla, clavícula y cráneo, además de heridas en los ojos y en el cerebro. Todo porque sus padres, tuvieron un segundo de angustia que desquitaron con su hijo indefenso.
Los doctores pensaban que no sobreviviría pero un milagro ocurrió y ahora, el niño de casi tres años se recupera con el cuidado de su madre de crianza, Sue Harris, quién espera adoptarlo en próximos meses.
"Nos enamoramos de él, es un niño que ha luchado mucho", comentó Harris.
Ahora, gracias a meses de terapia y cirugías muestra señales de recuperación, ha recuperado su capacidad auditiva y visual, y se espera, "Juanito" pueda caminar.
"Es un niño muy feliz, ama la música y bailar", dijo su madre de crianza, quién lo inscribirá a la escuela en diciembre.
Diariamente, niños son colocados en programas de padres de crianza en la región, debido a que han sufrido abuso o negligencia de sus padres.
Es por ello, que este martes, autoridades del Condado de San Diego iniciaron una campaña para crear consciencia de los daños irreparables que golpear un niño puede tener.
"Un segundo de coraje o frustración puede causar una vida de problemas para un niño", recalcó el Supervisor del Condado de San Diego, Bill Horn.
Se estima que en el Condado de San Diego, cada 40 días se registra un caso de niños golpeados en la cabeza. Cerca del 20 por ciento de estos incidentes tiene consecuencias mortales.
"Los padres no miden el impacto que un momento de frustración puede tener en sus hijos", mencionó la doctora Debra Zanders-Willis de la Agencia de Salud y Servicios Humanos (HHSA, por sus siglas en inglés).
Mencionó que en la mayoría de los casos, las víctimas de este tipo de abuso son menores de dos años, principalmente entre 2 y 6 meses de edad.
"En ocasiones, aunque sobreviven reciben daños que les impiden recuperarse del todo", agregó.
Tales consecuencias pueden ser ceguera, parálisis, dificultad para caminar o inclusive, algún tipo de retraso mental.
La especialista exhortó a padres de familia a seguir una serie de pasos cuando se sientan frustrados para que no desquiten su coraje con sus hijos.
Entre ellos, pide no perder el control con niños que estén llorando, llevarlos a un lugar seguro y abandonar el lugar si se siente estresado.
Asimismo, recomienda pedir ayuda a un familiar o llamar a la línea de atención a través de 2-1-1.
"Esperamos enviar este importante mensaje a la mayor cantidad de padres posible".
[sidebar]La línea de ayuda sobre Abuso Infantil en San Diego es (858) 560-2191 con personal bilingue. [/sidebar]
alexandra.mendoza@sandiegored.com
