TIJUANA.- "Cuando él salió de la cárcel, yo me acerqué y hablé de frente, le dije: Sabe qué ingeniero, estoy escribiendo un libro sobre usted, y quiero que usted acepte contarme su vida, y si usted acepta, va a ser un libro mucho más objetivo, no va a ser un traje a su medida, no va a ser un libro cómodo y lo más cierto, es que este libro no le guste".
Esas fueron las palabras que el periodista y ahora escritor, Daniel Salinas Basave le dijo al que muchos llaman "La Leyenda Negra" de Tijuana, al mismo Jorge Hank Rhon, el empresario, ex alcalde de la frontera y el hombre más hedonista que haya conocido.
"La Liturgia del Tigre Blanco" pareciera una especie de ficción, una novela con personajes muy bien trazados, casi exactos para el movimiento de su protagonista, pero es en realidad, un trabajo de periodismo narrativo.
Son 312 páginas de un proyecto de investigación y anécdotas en primera persona que Salinas Basave, originario de Monterrey, recabó a lo largo de 12 años de vivir en Tijuana, y otra tanta hemerográfica por los antecedentes de Hank Rhon.
Salinas Basave recuerda que la primera vez que escuchó hablar del dueño del hipódromo Caliente, fue cuando tenía 14 años, justo cuando asesinan al periodista de Zeta, Héctor "El Gato" Félix, años después en el atentado de su colega Jesús Blancornelas en 1997.
"Yo en ese entonces ya era un reportero en El Norte de Monterrey, y lo veía como algo muy lejano, un personaje, misterioso, extraño, pero paradójicamente la vida me puso muy pronto frente a los personajes de esta historia", sostuvo.
Su primer contacto con "El Ingeniero" como muchos le dicen, fue el 24 de febrero del 2003, fecha en la que realizó un reportaje titulado "Un hipódromo sin caballos" para periódico FRONTERA.
"Hank en aquella época salía muy poco, era muy difícil verlo, de hecho la primera vez que lo vi, que hablé cara a cara, todavía no hacía vida pública, no era un político, fue un político tardío y era muy difícil verlo, ese fue mi primer encuentro, lo recuerdo muy bien".
Amante del futbol y lector asiduo de la buena literatura, Salinas Basave fue cercano a Hank por la fuente de política que le tocó cubrir, lo hizo a diario durante su campaña a la candidatura de Tijuana, luego su trienio y posterior su lucha fallida rumbo a la gubernatura.
"Siempre creí que merecía escribir una novela, una ficción basada en él, siempre se me hacía un personaje demasiado extravagante, demasiado surrealista para ser cierto y comencé a escribir una novela que se llamaba "Vientos de Santana".
"Pero el 4 de junio del 2011 cuando lo detienen, recibí una especie de iluminación que me dijo: Hey no tienes que estar escribiendo novelas, ni contando mentiras, lo que debes de hacer es contar esta historia como fue , con nombres y apellidos, con todo lo que había escrito como reportero", explicó el regiomontano.
Fue así que al estar redactando la crónica "En el nombre del padre" para la revista GatoPardo, un texto de 10 mil palabras, dónde desmenuzaba la vida de Hank, el editor de la publicación le refirió contactarlo con la editorial Océano, quien respalda su libro.
Reconoce que fue una de sus sombras más incómodas, que no lo trató bien como reportero, y pese a todo ello nunca hubo un reclamo, Hank después de todo lo identifica y le tiene confianza.
"Le advertí que este libro no lo iba a leer hasta que no estuviera en las librerías, no antes, que tanto el ángulo como la redacción, yo era el único responsable y él lo único que iba a aportar era su testimonio y aceptó las reglas del juego, debo admitir que nunca sentí ningún tipo de presión", puntualizó el escritor.
Fueron seis los encuentros que tuvo con el ex alcalde,mismos que se realizaron en lo que fuera la recámara donde nacieron sus hijos Tigre y Lobo, ahora acondicionada como una oficina.
"Ahí estuvimos Jorge Hank y yo y unos 35 animales, un pitón, pirañas, un gato serval, como 20 xoloitzcuintles", explicó, "Creo que una de las cosas más complicadas para hacer la entrevista fue encontrar un espacio para poner la grabadora.
"Como no es un practicante de la decoración minimalista, tiene todo atiborrado de cuanta chuchería te puedas imaginar, desde una caja de cerillos de la campaña de su papá en 1969 hasta plumas, un perrito disecado que él quería mucho, fotos de todos sus hijos, que con eso basta para llenar una pared, tiene 19".
