Ser hijo de una enfermera marcó el camino del doctor Raúl Plascencia. Viendo a su madre brindar atención a gente desvalida, a veces sin cobrar nada a cambio, le hizo tomar conciencia de la importancia de defender al desvalido y combatir la injusticia.
El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos nació el 3 de julio de 1965 en Tijuana, Baja California, en el seno de un hogar donde él era el único varón.
Orgullosamente cimarrón, Plascencia se formó en las aulas de la Facultad de Derecho de la UABC y como buen tijuanense, sabe lo que es remar contra corriente y esforzarse desde abajo.
Lo que su madre ganaba aplicando inyecciones o poniendo vendas le permitió con muchos esfuerzos financiar sus estudios.
La inversión valió la pena pues Plascencia ha obtenido quince menciones y reconocimientos, como lo son el Premio al Reconocimiento Escolar por haber logrado el mejor promedio de su generación en sus estudios de licenciatura y promedio de diez en sus estudios de especialidad, maestría y doctorado recibiendo mención honorífica.
Sus libros "Los Delitos contra el Orden Económico", "Teoría del Delito", y "La Jurisprudencia" son lecturas recomendadas en las universidades.
Con motivo de sus actividades académicas ha participado en más de 100 Congresos y Seminarios en Universidades públicas y privadas del país, así como en instituciones académicas de Argentina, Canadá, España, Francia, Holanda, Italia y Suiza, entre otras.
Desde el 16 de noviembre de 2009 es presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Durante su gestión ha dirigido por lo menos 30 mil quejas por presunta violación a derechos humanos.
¿Qué significa Tijuana para usted Doctor Plascencia?
Mi origen, mi casa, la ciudad donde nací y donde crecí. Donde aprendí mis primeras lecciones e hice mis primeros amigos. Soy orgullosamente tijuanense y aunque ahora por mis responsabilidades estoy lejos de la ciudad, cada que puedo regreso.
¿Qué es lo que le gusta de Tijuana?
La franqueza de su gente, el hablar con la verdad. La cultura de trabajo, de esfuerzo, de arriesgarse y luchar desde abajo para conseguir sus objetivos.
¿Qué recuerdos tiene de su infancia en Tijuana?
Crecí en un hogar donde había puras mujeres, mi madre y mis hermanas. Crecí viendo a mi madre trabajar como enfermera, aplicando inyecciones o remedios distintos. Una mujer muy dedicada siempre a su trabajo, que ayudaba mucho a la gente, que en muchas ocasiones prestó sus servicios sin cobrar cuando se trataba de gente que estaba en una difícil situación económica.
Verla a ella ejercer su labor ayudando siempre a los demás, me hizo valorar la importancia de defender al desvalido, de poder interceder por los que no tienen y ponernos en el lugar de los demás.
¿Dónde se formó profesionalmente?
Yo soy orgullosamente egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Baja California. Una universidad donde tuve excelentes maestros y grandes compañeros y que me dio las bases sólidas de mi formación jurídica.
La UABC me dio bases sólidas en el conocimiento jurídico y me preparó para los estudios que vendrían después.
¿Cuándo era chico se hubiera imaginado que iba a ser el máximo responsable de los derechos humanos en el país?
Por la influencia de mi madre desde muy pequeño sentí la necesidad de defender e interceder por aquellos que eran víctimas de un abuso o eran víctimas de la injusticia. Me di cuenta que en el mundo había muchas inequidades y sentía la necesidad de hacer algo.
¿En qué momento toma la decisión de irse de Tijuana?
Cuando concluí la licenciatura tomé la decisión de ir a estudiar una especialidad en Ciencias Penales, después seguí con la maestría y el doctorado en la Universidad Autónoma de México.
Fue una etapa difícil, pues yo vivía en la Ciudad de México y estudiaba todo el día. Vivía en forma muy austera, como viven la mayoría de los estudiantes, con apenas lo suficiente para mi básica manutención.
Mi madre como podía me mandaba siempre el poco dinero que ganaba en su trabajo como enfermera y fue gracias a ella que pude ir saliendo adelante.
¿Había tiempo para divertirse o todo eran libros en su juventud?
Bueno, claro, como todo joven tuve tiempo de divertirme, de salir, de convivir con amigos, pero la verdad es que era yo muy dedicado al estudio, pasaba mucho tiempo en la biblioteca y estaba dedicado por completo a los estudios.
¿Usted qué piensa de aquella frase de que "los derechos humanos son para los humanos derechos"?
No coincido con esa afirmación. Creo que los derechos humanos son para todos. Debemos pugnar por una mejor atención hacia las personas que han sido víctimas de un abuso o un atropello. Debemos fortalecer el trabajo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en beneficio de la sociedad para garantizar efectivamente sus derechos. Tenemos que capacitar a un mayor número de servidores públicos en materia de derechos humanos, que tengan una verdadera educación sobre el tema para que puedan desarrollar de mejor manera su función.
¿Cómo ve a Tijuana de cara al futuro?
Yo veo a Tijuana entre las cinco ciudades con mayor desarrollo del país, una ciudad que progresa en diversos ámbitos con creatividad, innovación y pujanza, que está dando de qué hablar positivamente en todo el país. Creo que Tijuana tiene todo para convertirse en la mejor ciudad del país.
Esta es una entrevista de la serie que estaremos ofreciendo: Tijuanizando México.
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¿Qué es Tijuanizando México?
Este movimiento busca a aquellos tijuanenses que por razones profesionales han salido de la ciudad y cuya labor está marcando diferencias e influyendo en el país entero.
Cada jueves presentaremos a usted el perfil más íntimo de estos personajes que están dando de qué hablar a 3 mil kilómetros de distancia.
Ellos llevan el espíritu tijuanense como una marca registrada, como una actitud que se contagia, como un sello inocultable capaz de imprimirse en un estilo personal de innovar. Su creatividad y capacidad de innovación está Tijuanizando México.
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¿Quién es?
Licenciado en Derecho por la UABC con mención honorífica. Especialista en Ciencias Penales. Maestro y Doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Entre las distinciones que ostenta destacan Profesor Honoris Causa por la Universidad de Lomas de Zamora, Argentina y miembro de la Association Internatuionale de Droit Pénal, Francia.
También fue honrado con la distinción de Profesor Honoris Causa por otras tres universidades de México y Argentina en atención a su desempeño académico y contribución a la ciencia jurídica.
Desde 1999 se ha desempeñado como Visitador General de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Estuvo cinco años al frente de la Segunda Visitaduría General y a partir de enero de 2005 de la Primera Visitaduría General. Para competir por la presidencia del organismo pidió licencia.
Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Como Profesor de Posgrado ha impartido las materias de Derechos Humanos, Teoría del Delito, Amparo Penal, Estudio Monográfico de un Delito y Teoría del Delito y Teoría de la culpabilidad.
Plascencia Villanueva es profesor de Teoría del Delito y Delitos en particular en la Facultad de Derecho de la UNAM e investigador titular de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la máxima casa de estudios.
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