SAN DIEGO.- Mientras unos toman el Comic-Con como sinónimo de fiesta y diversión, otros van en busca de la oportunidad de su vida.
Francisco Ander Zárate, originario de Ensenada, tiene más de dos años acudiendo al tradicional evento con la esperanza de encontrar nuevas oportunidades en la industria del cómic.
A fin de cuentas, Comic-Con fue un evento que se creó con esa intención. Un punto de encuentro donde dibujantes, coloristas o animadores pueden compartir su talento con editores de todas partes del mundo.
Zárate es colorista digital, es decir, el encargado de adherir el color y ambientar las escenas que aparecen en las páginas de las historietas.
Este viernes desde temprana hora, el joven de 28 años llegó al salón de revisión de portafolios y tomó asiento.
Con portafolio en mano que muestra imágenes del Hombre Araña, La Guerra de las Galaxias, Hellboy o Ironman, buscó alguna empresa interesada en conseguir un nuevo colorista.
Hoy no fue ese día, pero todavía quedan dos días del evento.
"Estoy aquí con la esperanza de conseguir un trabajo, buscar editores, pero también, tomo esto evento como una oportunidad de aprender y hacer contactos que en esta profesión siempre son necesarios", comentó el residente de Baja California.
Para el colorista, Comic-Con es el lugar donde puede observar otros estilos y las novedades de la industria.
"No hay mejor lugar para saber qué es lo que la gente quiere y más se vende", consideró.
Una de las anécdotas que más recuerda, fue en el Comic-Con del año pasado. Cansado de no ver respuesta en la sala de portafolios, fue directamente al salón de pabellones a buscar al editor de la compañía IDW, famosos por los cómics de Transformers, 30 Días de Noche y G.I. Joe.
El editor se encontraba en el lugar y antes de irse fue interceptado por Zárate, quién le pidió que observara su trabajo. El encargado de IDW quedó sorprendido y le dio su correo electrónico para que le enviara más en próximos días.
Circunstancias de la vida le impidieron poder enviarle algunas imágenes, pero aprendió a que en este tipo de eventos, el que busca, encuentra.
"Zaratus", como se le conoce en la industria en alusión a su apellido, inició en este negocio a los 21 años. A pesar de que acudía a la universidad en Ensenada donde estudiaba la carrera en Diseño Gráfico, considera que su formación en el rubro de colorista ha sido autodidacta.
"Empecé a moverle yo solo en el Photoshop y fue así como aprendí", comentó. "De ahí la clave es observar y tratar de descifrar cómo trabajan otros coloristas con más años de experiencia que yo".
Por cuestiones económicas tuvo que dejar la escuela para ayudar a su madre en las labores de la casa. Esos mismos motivos le inyectaron fuerza para buscar sobresalir en esta profesión, con la esperanza de poder apoyar a su familia.
Ir a Comic-Con a dejar sus portafolios aunado a la publicación de su material en su página en línea ha rendido frutos y atraído la atención de otros profesionistas en la industria.
A su corta edad ha trabajado para grandes como DC Comics, Adidas, la empresa canadiense Arcana, Aranim de Jordania, Dial R y Panini, con ésta última, trabajó en la elaboración de una historieta cuyos héroes eran los futbolistas de la Selección de España, actual campeón del mundo.
El cómic causó revuelo en España e inclusive, los jugadores de la "Furia Roja" pudieron disfrutarlo.
El mayor inconveniente o fortuna de su profesión, es que la mayoría de los contratos se realizan vía Internet y siempre existe el "miedo" de que las cosas no salgan como uno piensa.
"Cuando uno está lejos te pueden quedar mal, pero es un riesgo que debo tomar porque a fin de cuentas de esto vivo", comentó Zárate.
El ser de origen mexicano le ha traído algunas dificultades con algunas empresas al grado que hasta ha tenido que cambiar de nombre.
"No creo que se trate de una cuestión de discriminación racial, pero hay veces que algunos editores creen que me pueden pagar menos porque soy mexicano", mencionó.
"Saben que en mi país el dólar vale mucho y en ocasiones ofrecen poco argumentando que en México es mucho dinero", agregó.
Desde entonces, se hace llamar por su segundo nombre, Ander en lugar de Francisco y de esa forma, no adelanta su nacionalidad.
Actualmente el precio en el mercado para coloristas va desde los $100 dólares por página hacia adelante. Realizar una puede llevar entre cuatro y seis horas del día.
Junto a él, hay cientos de profesionistas de todo el mundo que ven en el Comic-Con una oportunidad de vida, a través de una sala pequeña dedicada a la revisión de portafolios, en donde en ocasiones, la espera por escuchar un nombre puede ser mayor a las tres horas.
Zárate no se traza límites y tiene en la mira cumplir su sueño más grande, hacer algún trabajo para Disney.
"Ahí empezó todo, nació la semillita, desde niño me encantaban las caricaturas y me encantaría algún día hacer algo para ellos."
Alexandra.mendoza@sandiegored.com
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Talento local
Conoce más del trabajo de Francisco Zárate en su sitio oficial. [/sidebar]