Tijuana.- Toda la osadía de la enóloga de Santo Tomás, Laura Zamora, está en el tinto Único Cabernet Merlot Gran Reserva 2005, la nueva cosecha de la casa vinícola más antigua de Baja California y una de las más prestigiosas del país.
Su aroma es muy singular. Es una mezcla de ciruelas, tostados, chocolate, vainilla y madera de las barricas. Y su sabor es muy expresivo, "puedes sentir la fruta en la paladar y la integración sutil de la madera"; es un caldo rojo violáceo profundo con destellos anaranjados
"Es como un hijo para mí Y sabe a la Baja California", dijo Zamora, quien trabaja para Santo Tomás desde hace 33 años, los cinco últimos como enóloga titular, y que ha ganado a la fecha doce medallas internacionales.
Este vino viene de una de las mejores cosechas que tuvieron durante la primera década del siglo 21 los productores del Valle de Santo Tomás (a 48 kilómetros al sur de Ensenada) y del Valle de Guadalupe (a 25 kilómetros al noreste del puerto), donde se produce el 90 por ciento de los vinos de mesa de México.
"Hubo más humedad y mucha cantidad de sol durante el 2005, lo que originó las condiciones especiales para este vino", comentó Leonardo González, presidente de Chefs de Baja California.
Según González, desde que Laura Zamora se quedó a cargo de los vinos de Santo Tomás, una casa vinícola con 123 años de historia, marcó un antes y un después.
Y la prueba de ello es el tinto Único, "cuyo sabor es más armónico, más amable. Es un gran vino", dijo el representante de los cocineros del estado.
Para Zamora, este vino cuya botella lleva su firma fue una labor de equipo, donde intervino desde el campesino, el agrónomo, el enólogo y la madre naturaleza para que se diera una uva de calidad.
"Esta tierra (los valles de Guadalupe y Santo Tomás) es una zona privilegiada para producir vinos de excelente calidad. Lo que la caracteriza es la brisa marina que llega y envuelve a los valles y le da fortaleza a la vid", dijo Zamora.
De la nueva cosecha Único Cabernet Merlot Gran Reserva 2005 se hicieron 50 mil botellas. Aproximadamente el 10 por ciento se exportará a San Diego y Los Ángeles, donde ya se puede probar en restaurantes gourmet, como El Romesco, desde el pasado 25 de enero.
El maridaje perfecto que recomienda la enóloga es con un buen filete de carne, aunque su ideal es disfrutarse solo, "pero bien acompañado".
"Es un vino muy especial de Laura, de muy buena calidad. No es un vino agresivo ni muy suavecito, sino muy sutil, ella dice que le puso su mayor atención, que es como su hijo", dijo José Ceja, distribuidor de vinos de la región.
El costo comercial de la botella de Único es de 555 pesos (unos 46 dólares), mientras que en restaurantes su precio oscila entre los 1,000 y los 1,200 pesos (100 dólares).
Ya está a la venta en todo el país. En Tijuana se puede adquirir en las distribuidoras Araballo, en la colonia Morelos, y Bodega La Playa, en el Centro, y en distintas licorerías. Para mayores informes visita el sitio de Bodegas de Santo Tomás.
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