Tengo que admitir que no soy fanático de los honey ales.
Notemos que la Casa Blanca acaba de sacar a la venta tres cervezas de su propia cocina: un honey ale, un honey porter y un ale regular libre de abejas.
También notemos que el mismo presidente les llevó una caja de ellas a los bomberos de Virginia. (Un estado indeciso para las próximas elecciones. Sólo lo comento.)
Y para terminar mencionemos que, con Labor Day fuera del camino y la convención Demócrata en preparativos, estamos completamente dentro de la temporada de campañas.
Así que aunque generalmente no me inclino por los honey ales, intento mantenerme abierto a las posibilidades. Si el Equipo Obama quisiera mandarme algunas cervezas estaría dispuesto a probarlas.
Y si los amigos de Romney y Ryan quisieran responder con una caja de su cerveza casera (¿Una Rauchbier Republicana, quizá?) saben cómo encontrarme.
Puede que yo ya tenga mi voto decidido para noviembre, pero en lo que a cerveza se refiere, soy un bebedor indeciso pero fácil de convencer.
Nota Original: Peter Rowe U-T San Diego Peter.Rowe@utsandiego.com
Traducción: Karen.balderas@sandiegored.com