Los Ángeles.- Expertas en el arte de cocinar platillos hispanos en el área de la bahía de San Francisco, encuentran apoyo profesional para crear sus negocios en la organización La Cocina, proyecto de ayuda para chefs de bajos recursos.
"La Cocina me enseñó a cocinar profesionalmente y sacar todos los permisos para poner un negocio de alimentos, para luego salir a poner mi puesto en los mercados comunitarios, ferias y plazas", dijo a Efe la salvadoreña María del Carmen Flores, de 57 años, propietaria de Estrellita's Snacks.
Fundada en 2005, la organización La Cocina fue creada con el fin de ayudar a mujeres de minorías a establecer sus negocios con base en sus destrezas culinarias que por lo general sólo eran conocidas en fiestas familiares o vecinales.
Desde su fundación, La Cocina ha asistido en la creación de 30 pequeñas empresas de las cuales 13 pertenecen a hispanas y entre todos los negocios han generado alrededor de 90 empleos.
"Para los latinos que nos encanta trabajar; pero que la cocina de la casa es muy reducida La Cocina nos provee una amplia cocina profesional para preparar nuestros alimentos", explicó Flores quien prepara ocho variedades de pupusas y diez tipos diferentes de tamales salvadoreños.
"Entre mis clientes tengo bastantes anglosajones que les gusta tanto mi comida que hasta se inscriben en una clase que doy en La Cocina en la que enseño a cocinar pupusas y tamales", agregó la empresaria que también distribuye en 100 tiendas bolsas con yuca y plátano tostados.
Entre las pequeñas empresas hispanas creadas por La Cocina hay restaurantes, puestos de carros de comida ambulantes, servicios de banquetes para fiestas, además de negocios que se dedican exclusivamente a vender alimentos empacados.
Entre los negocios hispanos está Delicias Salvadoreñas, panadería con recetas originales de El Salvador, propiedad de Patricia Rodríguez; Ica Juices, negocio de jugos de frutas naturales de la peruana Dora Paredes; Sabores del Sur, de la chilena Guisell Osorio y Chaac Mool, recetas de cocina del México prehispánico propiedad de Luis y María de la Luz Vázquez.
La mexicana Alicia Villanueva, de 50 años, tiene tres hijos y para generar un ingreso para su familia hace ocho años cocinaba tamales para venderlos a los feligreses de la iglesia Santa Isabel, en Oakland. Ahí contrataban su arte culinario para fiestas.
"La Cocina ha sido como un trampolín gigantesco que me lanzó a jugar en ligas mayores de los negocios, con mis 'Tamales Mayas', para así buscar un mejor futuro para mis hijos", dijo a Efe Villanueva, cuyo hijo mayor, Pedro Espinoza, estudia ingeniería de energía alternativa en la Universidad Estatal de San Francisco.
"'La Cocina' es nuestra garantía para préstamos, sin esa garantía es difícil obtener dinero para trabajar, y cualquier duda o inquietud sólo les contamos y ahí están para ayudarnos", indicó la empresaria quien desde junio vende en un carrito en la Plaza Justin Herman en San Francisco.
Margarita Rojas, coordinadora de comercialización y comunicaciones de La Cocina, dijo a Efe que su organización nació de la necesidad de asesoría para la creación de negocios de comida que manifestaron bastantes mujeres en el proyecto "Alas para las mujeres latinas" como es conocida en español la organización "Women's Initiative" de San Francisco.
"Básicamente en nuestra cultura las mujeres somos las encargadas de la cocina, socializamos alrededor de la comida y las recetas las heredamos de nuestras abuelas", explicó Rojas.
"Y por eso las mujeres lo único que necesitan es un empujón para materializar ese sueño de tener un restaurante, servir banquetes y hacer el negocio rentable para generar un ingreso para sus familias y así contribuir a la economía", finalizó.