Washington, 17 ago (EFE).- Compartir la información que proporcionan los servicios de inteligencia entre los distintos departamentos estadounidenses es aún un reto para las agencias de seguridad diez años después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Así lo declaró hoy el exsecretario de Seguridad Nacional (DHS) Tom Ridge, quien afirmó que "pese a todos los significativos logros alcanzados, aún queda mucho por hacer", durante un evento en la Cámara de Comercio de EE.UU. sobre los progresos antiterroristas una década después de los ataques.
Ridge, que fue el primero en ocupar el cargo cuando se creó la secretaría tras los atentados, señaló que el proceso de intercambio de información entre el Departamento de Estado, el de Justicia y el DHS "podría ser un poco mejor".
"Tenemos que crear una cultura de intercambio de información donde todos se sientan facultados para dar al botón 'enviar' para compartir" la información necesaria para adelantarse a los terroristas, señaló.
A su juicio hay que pasar de la "cultura de la Guerra Fría" de acaparar información a la de abrirla a las fuentes adecuadas, una mentalidad que consideró necesaria ante las amenazas del siglo XXI.
Ridge hizo referencia al caso del joven nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, que en la Navidad de 2009 trató de volar un avión en ruta desde Amsterdam a Detroit (EE.UU.) con un artefacto casero que llevaba oculto en su ropa interior.
Su padre había alertado a las autoridades estadounidenses en Nigeria sobre la filosofía extremista que había adoptado su hijo y sus vínculos con grupos radicales en Yemen -donde se asienta una de las células de la red terrorista Al Qaeda-, pero "el Departamento de Estado nunca pidió al DHS que le retirara el visado".
Ante las críticas que suscitó el caso, el exsecretario señaló que el DHS es "consumidor" de información de inteligencia y sólo puede actuar con los datos que le proporcionan otras agencias, con lo que la comunicación es un asunto clave en la cadena de seguridad.
En el encuentro, en el que también participó la actual secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, ambos señalaron que, aunque las condiciones de vigilancia y supervisión, sobre todo aérea, han mejorado, "la amenaza permanece fuerte y continúa cambiando".
Si bien, indicaron que un ataque masivo como el del 11-S es poco probable con las "capas de seguridad" que se han establecido para interceptar ese tipo de conspiraciones, el perfil de la amenaza actual es la de un individuo que actúa en solitario, o con un grupo reducido de personas, y que ataca desde dentro del país.
"Los terroristas no descansan, así que nosotros tampoco podemos", dijo Ridge que subrayó que "no se debe menospreciar el atractivo de su sistema de creencias y su disposición a ser pacientes".
"Puedes acabar con (Osama) Bin Laden, pero la idea, la ideología, mientras sea atractiva aunque sea para un muy pequeño número de individuos, el azote del terrorismo seguirá con nosotros", enfatizó.