Trump fue acusado de falsificar documentos con la finalidad de silenciar a la actriz de contenido para adultos Stormy Daniels, en un intento por proteger su carrera presidencial en 2016. La falsificación de registros comerciales se relaciona con los reembolsos que Trump efectuó a su exabogado Michael Cohen, quien pagó $130,000 a Daniels para mantener en secreto su relación con Trump, presentando estos pagos como "gastos legales".
Los fiscales argumentaron que estas falsificaciones tenían como objetivo ocultar la violación de Trump a la ley electoral del estado de Nueva York, que prohíbe promover la elección de cualquier persona a un cargo público mediante medios ilegales. Según la acusación, el pago de $130,000 a Daniels constituía una contribución de campaña ilegal, ya que se realizó únicamente en beneficio de la campaña presidencial de Trump en 2016 y superó el límite de contribución individual de $2,700.
El veredicto marca un momento político peligroso para Trump, quien se encuentra como el candidato presidencial presumible del Partido Republicano. La sentencia se dictará el 11 de julio a las 10 am hora del este. A pesar de la condena, Trump ha rechazado el veredicto, calificando el juicio de "amañado" y "una vergüenza". Mientras tanto, desde la campaña de Joe Biden se subraya que "nadie está por encima de la ley" y se enfatiza en la importancia del voto para determinar el futuro político de Trump.
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