
A Verónica no le pareció muy chistosa que digamos la broma, se despertó del efecto de la anestesia con un bigote (están de moda), este bigote se lo puso su anestesiólogo, el Doctor Patrick Yang. "Pensé que le parecería chistoso, solo fue una broma" dijo el Doctor del bigotillo.
Valdez tomó acción legal en contra del hospital y el médico, alegando que se sentía violada de alguna manera y que se aprovecharon de ella, en definitiva no le causó ninguna gracia. Además del bigote, despertó con unas lagrimitas amarillas.
En un comunicado emitido por el hospital, se da a conocer que las personas involucradas en la broma han sido sancionadas pero continúan en sus puestos.
Sobre la cantidad que pide Valdez para remendar esta acción no se ha revelado aún. Este caso es en definitivo una broma que salió muy mal.
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