WASHINGTON.- Estados Unidos rechazó las acusaciones de interferencia en el proceso electoral en México generadas por la demanda en Texas contra el exgobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington, que pertenece al partido líder en las encuestas.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, recordó que el caso contra el exgobernador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), formación por la que busca la presidencia mexicana el candidato Enrique Peña Nieto, "es un asunto para los tribunales y por tanto no vamos a debatirlo aquí".
"Pero rechazo categóricamente cualquier acusación de interferencia en la política de México. Queremos ver en México lo mismo que queremos ver en todos los casos de elecciones democráticas: un proceso libre, justo y transparente", señaló Nuland en su conferencia de prensa diaria.
La Justicia federal estadounidense presentó ayer en San Antonio y Corpus Christi (Texas) dos demandas de confiscación de bienes supuestamente de Yarrington, al hacerle partícipe de una red de lavado de dinero que con millones de dólares compró en 2006 inmuebles a través de terceras personas en Estados Unidos.
Medios mexicanos informan hoy que los fondos ilícitos para tales operaciones procedían del cártel del Golfo.
En concreto, las autoridades estadounidenses buscan confiscar una propiedad en la isla de South Padre y un terreno de más de 18 hectáreas en San Antonio, éste último supuestamente comprado por Yarrington a través de un empresario mexicano en 1998.
Las demandas llegan apenas seis semanas antes de las elecciones presidenciales de México del 1 de julio, y pueden convertirse en nuevos argumentos para los rivales de Peña Nieto, que han acusado al PRI de mantener lazos corruptos con el crimen organizado durante décadas.
El PRI se deslindó hoy del caso a través del portavoz de campaña de Peña Nieto, Luis Videgaray, que condenó las supuestas "actividades" de Yarrington y aseguró que la formación "no va a defender a alguien que está en esta inexplicable situación".
Pese a que el Congreso estadounidense mantiene un intenso escrutinio sobre la narcoviolencia al otro lado de la frontera, el Gobierno de Barack Obama ha asegurado repetidamente que mantendrá sin cambios su relación con México y la cooperación antidrogas, resulte quien resulte elegido en los comicios del 1 de julio.
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