Washington, 19 sep (EFE).- Líderes demócratas y grupos progresistas de EE.UU. afirmaron hoy que lucharán contra posibles recortes en programas que benefician a pobres, ancianos y jubilados, como parte de los esfuerzos para reducir el déficit.
Los legisladores demócratas Raúl Grijalva y Keith Ellison destacaron hoy en un comunicado conjunto la necesidad de proteger los programas sociales como el Seguro Social, Medicare y Medicaid, en unos momentos en que ambos partidos debaten formas de reducir el déficit.
"Apoyamos al presidente Obama para proteger el Seguro Social, Medicare y Medicaid de los ataques republicanos a los beneficios que han construido y sostenido a la clase media", dijeron Grijalva y Ellison.
"Aplaudimos sus esfuerzos de buena fe para responder a los verdaderos responsables de nuestro déficit nacional: los recortes tributarios para las elites acaudaladas, las dos guerras (en Irak y Afganistán), dádivas para las grandes corporaciones y la correspondiente recesión" causada por los republicanos, agregaron.
Ambos legisladores reaccionaron así después de que el presidente Barack Obama presentase un plan para reducir el déficit en poco más de tres billones de dólares en la próxima década, al tiempo que prometió vetar cualquier medida que no incluya un aumento en los impuestos para los más ricos.
Su plan prevé un aumento de impuestos por 1,5 billones de dólares, principalmente para los ricos y las grandes corporaciones, y alrededor de 580.000 millones de dólares en ajustes a diversos programas sociales, como parte de una reforma a esos programas.
Ese total de ajustes incluye una reducción de 248.000 millones de dólares para el Medicare, que ofrece asistencia médica a ancianos y jubilados, y recortes de 73.000 millones al Medicaid, que da ayuda a gente pobre, así como a otros programas de salud.
El domingo, varios funcionarios de la Administración Obama dejaron en claro que los recortes previstos para el programa Medicare, por ejemplo, no provienen de un incremento en la edad de jubilación, como proponen algunos republicanos.
Sin embargo, el director ejecutivo del grupo progresista Families USA, Ron Pollack, dijo en un comunicado que los recortes previstos para el Medicaid serían "dañinos" para los ancianos, discapacitados y familias de bajos recursos que dependen de ese "salvavidas".
"Nos opondremos a esos recortes propuestos… (porque) simplemente trasladan los costos a los estados, y como la abrumadora mayoría de los estados no pueden o no podrán asumir esa carga adicional, en última instancia serán las familias de bajos recursos las que sufrirán recortes trágicos en su cobertura", dijo Pollack.
En general, los republicanos se oponen al plan de Obama porque consideran que un aumento en los impuestos no alentará la reactivación económica.
"Poner a un grupo de estadounidenses en contra de otro no es liderazgo… la insistencia de esta Administración en aumentar los impuestos para quienes crean empleos y su renuencia a tomar los pasos necesarios para fortalecer nuestros programas sociales son razones por las cuales el presidente y yo no pudimos lograr un acuerdo antes, y está claro que persisten esas barreras", dijo Boehner.
Obama presentó su plan durante un discurso en la Rosaleda de la Casa Blanca, en unos momentos en que el llamado "súper comité" del Congreso empieza a elaborar su propio plan para reducir el déficit y que el Congreso debe aprobar antes de fines de año.
Bajo un acuerdo bipartidista para elevar el techo de la deuda nacional, aprobado el mes pasado, el Congreso tiene hasta el próximo 23 de diciembre para votar sobre las recomendaciones de ese comité, conformado por 12 demócratas y republicanos de ambas cámaras del Legislativo.
El acuerdo prevé grandes recortes fiscales en todas las agencias del Gobierno para el próximo año -incluyendo el Pentágono-, si el Congreso no aprueba las recomendaciones del comité.