Ahora, a sus 14 años, la fundación Little Baby Face ha concedido a Nadia su deseo. La han llevado a Nueva York donde se le realizaron no solo una otoplastía, sino también una rinoplastia y una mentoplastía, cubriendo gastos en operaciones cosméticas de alrededor de 40 mil dólares.

El caso de Nadia es uno de esos extremos en los cuales el bullying lleva a una persona a tomar medidas drásticas para evitar semejante tormento en las escuelas. Nadia reconoce que debió aceptarse y ser aceptada tal como era antes de la cirugía, pero sabía que nada iba a detener el bullying.
¿Usted qué opina al respecto? ¿Las escuelas, padres de familia o la sociedad están haciendo un trabajo efectivo para reducir el bullying? ¿Acaso Nadia tomó una decisión acertada para evitar el bullying?
Jorge.Guevara@sandiegored.com