Clinton declaró que cuando culminara su trabajo en el Departamento de Estado, se iría con la satisfacción de haber cambiado la cara de Estados Unidos en el exterior y dejaría una institución más segura y más fuerte, con ello se refirió a una plan de seguridad para el cuidado de las sedes diplomáticas en el extranjero.

La Secretaria de Estado asumió la responsabilidad sobre las fallas de seguridad en los ataques de Libia en septiembre. Confirmó que la noche de los sucesos, se encargó de la respuesta de su departamento y que el contacto fue permanente tanto con autoridades de la unión americana como con autoridades libias donde no hubo ningún tipo de demora ni negativas de apoyo por Washington o el ejército.
Durante el ataque a la embajada estadounidense fallecieron el embajador Chris Stevens y tres funcionarios, Sean Smith,
Tyrone Woods y Glen Doherty.
Brenda.Colon@sandiegored.com