Los Ángeles, 26 ago (EFE).- Fernando Rocha llegó a EE.UU. hace casi ocho años buscando un mejor destino y a pesar de que no tiene documentos legales ha trabajado con ahínco hasta crear su propio negocio que da empleos y sirve de ejemplo para dar a conocer "el verdadero rostro de los indocumentados".
"Esa ha sido mi historia, llegué aquí en octubre de 2003, arriesgando mi vida al cruzar la frontera, no hablaba nada de inglés y fue muy difícil arrancar desde cero. Difícil, pero no imposible", dijo Rocha, en entrevista con Efe.
En su México natal, este michoacano de 34 años estudiaba licenciatura en turismo en una universidad privada, pero sus ahorros de 4 años solo le alcanzaron para cubrir los gastos del primer semestre de su carrera.
Desesperado, decidió darle un nuevo giro a su vida.
"Apenas llegué a California comencé a trabajar lavando platos, y me puse a estudiar inglés."
Según cifras de Pew Hispanic Center, en California viven unos 2 millones de inmigrantes que no tienen documentos legales para trabajar en el país.
"Poco a poco fui avanzando en el idioma y también en mi trabajo, fui ayudante de mesero, mesero, bartender y luego coordinador de eventos especiales en un centro de arte. Ahora soy dueño de una empresa que ofrece servicio a la comunidad, emplea a 8 estudiantes universitarios y seguimos creciendo, aún en tiempos de crisis", relató.
Su compañía, "Pet Sit Pros", (The Pet Sitting & Dog Walking Professionals), ofrece el servicio de cuidado de animales, especialmente perros y gatos, a los dueños que no tienen el tiempo de atender a sus mascotas a diario, o cuando están de vacaciones.
Lo novedoso del servicio, afirma, es que los animales no son llevados a un centro de cuidado, sino que los cuidadores se trasladan a las propias casas de los clientes.
Cuidan a las mascotas en el entorno de su hogar, sacándolas a pasear, a hacer sus necesidades, alimentándolas, jugando con ellas e incluso quedándose a dormir en las noches para acompañar a los animalitos que se ponen inquietos cuando están solos en sus casas.
"Lo que buscamos es que las mascotas sufran el menor estrés posible cuando sus dueños no están", relató Rocha quien es dueño de dos mascotas, las cuales hace algunos años debió dejar en un centro de cuidado durante una semana que estuvo de vacaciones y al regresar, dijo, las encontró irreconocibles.
"De mi propia experiencia aprendí que es mejor cuidarlos en el hogar y no cambiarles su ambiente", enfatizó.
"Pet Sit Pros" ofrece seguros a sus empleados, a las mascotas, a las propiedades de los clientes y cubre todos los aspectos relacionados con la seguridad y responsabilidad del servicio que ofrecen.
Pero, para hacer posible esta idea cien por ciento nacida en la mente de Rocha, fue necesario para él buscar la ayuda de un ciudadano americano, quien es la cara visible de la empresa, registró la compañía y gestiona todos los documentos legales necesarios.
"He descubierto que si los americanos y los inmigrantes aprendemos a confiar unos en otros, si nos escuchamos, si nos damos la oportunidad de conocernos y crear lazos sinceros de amistad, de respeto, de solidaridad, podemos lograr grandes cosas juntos", explicó.
"La empresa ofrece un servicio a la comunidad, paga impuestos a la ciudad y al estado, da empleo y nos permite obtener las ganancias necesarias para seguir creciendo y ayudar a otros en el camino. No puedo mostrar mi rostro por temor a ser deportado, pero mi trabajo, agradecimiento y buen carácter moral es la cara que a diario le ofrezco a este país", finalizó Rocha.
