Chicago, 26 ago (EFE).- La iniciativa de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) de aumentar la carga diaria de educación en 90 minutos, y el año lectivo en dos semanas, enfrenta la oposición del sindicato de maestros que reclama un mayor salario, se anunció hoy.
La presidenta del sindicato, Karen Lewis, dijo que los maestros apoyan una mejor instrucción "pero se les pide que aumenten 29 por ciento las tareas a cambio de un aumento salarial del 2 por ciento".
"Agradecemos la oferta, pero no, gracias", dijo en un comunicado.
En entrevistas de prensa dijo luego que el gremio estudia una fórmula propia para agregar de 15 a 60 minutos al día escolar, sin entrar en detalles.
La medida anunciada por CPS permitiría dedicar más tiempo a la lectura, escritura, matemáticas, ciencias y estudios sociales, asignaturas básicas donde los alumnos del sistema público registran los mayores problemas de rendimiento.
El director ejecutivo de las escuelas públicas, Jean-Claude Brizard, dijo inicialmente que los cambios comenzarían en septiembre de 2012, pero luego sugirió que en las escuelas primarias se podría adelantar a enero.
Para ello los maestros de primaria recibirían un aumento del 2 por ciento, lo que en la mayoría de los salarios significaría 3 dólares más por hora.
"Esto demuestra que no hay ninguna planificación o discusión con las personas que realizan el trabajo, o sea los maestros", dijo Lewis.
"No vamos a permitir que nos acosen y obliguen a hacer algo que no ayudará a los niños", afirmó la dirigente, para quien CPS estaría tratando de dividir al sindicato.
Brizard lamentó la respuesta sindical y reiteró que maestros y estudiantes de las escuelas de Chicago están en desventaja por la falta de tiempo para instrucción.
"Cada año, nuestros alumnos permanecen 10.000 minutos menos en el salón comparado con el promedio nacional", dijo en un comunicado.
CPS tiene 405 mil alumnos en 675 escuelas primarias y secundarias, de los cuales un 40 por ciento es de origen latino.
Brizard, que asumió el cargo hace tres meses, dijo que la respuesta sindical es contraria "al apoyo creciente de la comunidad" a favor de los cambios.
CPS recibió una petición firmada por 400 ministros religiosos que utilizarán "el poder del púlpito" durante este fin de semana para hablar a sus comunidades sobre los beneficios del cambio.
Igual presión es ejercida por el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, quien convirtió la extensión del día escolar y del año lectivo en una de sus promesas de campaña.
Según los argumentos manejados por CPS, más de 150.000 estudiantes asisten actualmente a escuelas con bajo rendimiento, y solamente 57 por ciento del alumnado se gradúa de la secundaria.
Igualmente, los alumnos de las escuelas públicas están atrasados en la preparación para la universidad o carreras vocacionales y necesitan reforzar sus conocimientos.
La disputa del sindicato y CPS comenzó con una decisión de la junta de educación de no conceder este año a los maestros un ajuste salarial automático del 4 por ciento por costo de vida, aduciendo problemas de déficit presupuestario.
Los dirigentes gremiales amenazan con la posibilidad de convocar a una huelga de maestros, la primera desde 1987.
