Resulta que, justo antes de llegar a la cabaña, Suh envió un mensaje a Barker, para revisar que su acuerdo estuviera bien y para preguntar cómo pagar los $50 USD extra por noche, sin embargo Barker la agredió verbalmente y aseguró no haber llegado a ningún acuerdo con Suh, a pesar de que esta le mandó capturas de pantalla de la conversación anterior. Al recibir esto, Barker le envió el siguiente mensaje: No te lo rentaría a ti así fueras la última persona en la Tierra. Una palabra lo dice todo. Asiática.
Ella [Barker] dijo Es por esto que tenemos a Trump, no podemos tener extranjeros diciéndonos qué hacer me dijo. Yo soy una ciudadana americana, este es mi hogar. He estado aquí desde que tengo 3 años., relató Suh en un video que posteó a YouTube poco después de la cancelación de su reserva. El racismo sigue muy vivo. Existe. Le puede pasar a cualquiera. No hay balance en el racismo, no importa de que clase seas, no importa tu nivel de educación, no importa que seas un ciudadano americano, lo que ven es que soy asiática, lo que ven es mi raza y así es como nos tratan.
Suh presentó quejas ante Airbnb y ante el California Department of Fair Employment and Housing (DFEH), la autoridad encargada de regular este tipo de controversias de racismo relacionadas con el servicio de Airbnb. Según el abogado de Barker, su cliente está arrepentida por sus acciones impetuosas. Airbnb tomó cartas en el asunto y banneó a Barker de su servicio, mientras que el DFEH fijó una multa de $5000 USD por discriminación racial y, además, obligará a Barker a tomar un curso de estudios asiático americanos.

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Nota de Qore.com