Washington, 5 ago (EFE).- El presidente Barack Obama instó hoy al Congreso a aprobar en septiembre nuevos incentivos fiscales para las empresas que contraten a veteranos de guerra, así como un programa de formación que combata el desempleo dentro de este colectivo.
"Es hora de decir a nuestros veteranos: ustedes lucharon por nosotros, ahora nosotros luchamos por ustedes", dijo Obama en un discurso ante militares en el Washington Navy Yard, el astillero de la Marina más antiguo del país.
Alrededor de un millón de veteranos de guerra estadounidenses estaban desempleados en junio, recordó el presidente poco después de que el Departamento de Trabajo anunciara que el índice de desempleo bajó una décima en julio, hasta el 9,1 por ciento.
"Nuestros veteranos cuentan con la clase de responsabilidad y de experiencia que cualquier empresa debería aprovechar. Desgraciadamente, muchos vuelven a casa y se topan con grandes dificultades para encontrar trabajo", indicó Obama.
Para atajar ese problema, el mandatario presionará al Congreso para que apruebe dos nuevas vías para que las empresas que contraten a veteranos puedan desgravar impuestos.
El primer crédito fiscal cubrirá el 40 por ciento de los primeros 6.000 dólares de salarios a empresas que contraten a veteranos que lleven sin trabajo más de 4 semanas, y permitirá desgravar hasta 4.800 dólares a las que den trabajo a veteranos desempleados durante más de 6 meses.
Un segundo programa está dirigido a favorecer los contratos de veteranos discapacitados que lleven parados más de 6 meses, cuyo contrato permitirá ahorrar hasta 9.600 dólares en salarios a las compañías.
Obama defendió ese tipo de medidas pese a que el Congreso haya puesto el acento en la reducción del gasto público, puesto que, consideró, "no hay ninguna contradicción entre crear empleo y reducir el déficit".
Además, el presidente presentará a las empresas del sector privado el reto de contratar o formar a un total de 100.000 veteranos desempleados y sus cónyuges para el fin de 2013, una tarea que, aseguró, ya han comenzado a poner en práctica compañías como Microsoft o Siemens.
Entre los veteranos desempleados, la mayoría son jóvenes y fueron víctimas de las consecuencias de la recesión económica de 2008, como el 13,3 por ciento de exmilitares que regresaron al país después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y que hoy no tienen trabajo, según la Casa Blanca.
"Pasamos mucho tiempo preparando a nuestros militares para luchar por nuestro país, y ninguno preparándoles para la vuelta a casa", subrayó el presidente.
Por ello, Obama instruirá a los departamentos de Defensa y de Asuntos de Veteranos para que amplíen el periodo de transición en el momento de la vuelta al país, con el fin de informar y asesorar a los militares, y orientarles a programas de formación adecuados a su perfil.
"Si alguien puede salvar una vida en Afganistán, también puede salvarla en una ambulancia en Wyoming", dijo Obama, al citar el ejemplo de un exsoldado desempleado en ese estado.
El presidente aseguró que, cuando el Congreso vuelva de su receso vacacional el próximo 6 de septiembre, instará a los legisladores a "actuar rápidamente" para aprobar las medidas.
El jefe del Estado Mayor conjunto, Mike Mullen, que abandonará en septiembre su cargo para ser reemplazado por el general Martin Dempsey, consideró por su parte que la mejor manera de honrar a un veterano "es contratarle".
