Charlotte (Carolina del Norte), 2 ago (EFE).- La conformación de la Unidad Estatal de Control Migratorio en Carolina del Sur, la primera del país y cuya creación estipula la ley SB20, podría comenzar a operar en los próximos 18 meses, confirmaron hoy las autoridades de ese estado.
La oficina del Departamento de Seguridad Pública (SCDPS), entidad que se encargaría de coordinar los 12 agentes locales que harían cumplir la legislación, confirmó que todavía el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) no ha respondido a la petición para el entrenamiento del programa 287g.
Sid Gaulden, portavoz de SCDPS, confirmó hoy a Efe que el director interino, F.K. Lancaster Jr, estima que el estado tendría que esperar más de un año hasta que los agentes federales entrenen a sus oficiales en el cumplimiento de las leyes de inmigración.
La Asamblea General de Carolina del Sur dispuso un presupuesto de 1,3 millones de dólares para gastos de operación como vehículos, uniformes y oficinas en diferente condados para la unidad, que sería una especie de policías locales con poderes para iniciar la deportación de indocumentados.
La gobernadora Nikki Haley firmó la SB20 el pasado 27 de junio, en medio de amenazas de inconstitucionalidad y de posibles demandas para evitar su puesta en marcha antes del 1 de enero de 2013.
Los oficiales de la unidad servirían de apoyo a los agentes en la calle, que de acuerdo a la SB20, estarían obligados a investigar el estatus migratorio de una persona detenida por alguna infracción, y que se tenga una "sospecha razonable" de encontrase de manera irregular en el país, para determinar si se procede con el arresto.
Según Roberto Belén, de la Coalición de Inmigración de Carolina del Sur, no es sorpresa que los agentes federales aun no hayan contestado al estado, porque durante el periodo de audiencias públicas, las autoridades de ICE "cuestionaron el plan de los legisladores".
"Nunca se respondió a la pregunta de si esta unidad era legal y todavía votaron por la ley", afirmó hoy a Efe Belén.
"Se necesita un entrenamiento constante para no cometer errores y si así todavía los de ICE los cometen, qué se puede esperar de un agente local, que nunca ha sido su trabajo hacer cumplir con leyes de inmigración", acotó Belén, de origen puertorriqueño.
Varios cuerpos policiales de Carolina del Sur han manifestado su oposición y preocupación por la creación de esta unidad, ya que consideran que dañan las relaciones establecidas con la comunidad inmigrante para resolver crímenes.