CHICAGO.- Activistas y defensores de los derechos de los inmigrantes de todo el país se reunirán el próximo mes en Chicago para pedir al Gobierno que la reforma migratoria en la que trabaja "sea justa, humana y eficiente".
En la reunión, que se realizará el 6 abril, líderes y organizaciones hispanas consensuarán y presentarán diez puntos que consideran fundamentales para una reforma migratoria.
Carlos Arango, el organizador del evento, dijo a Efe que la iniciativa reunirá a una veintena de líderes locales y organizaciones, convocados bajo el nombre de "Coordinadora Nacional X La Reforma Migratoria 2013".
Los diez puntos de esta conferencia se divulgarán por todos los medios para presionar al presidente Barack Obama, dijo Arango, para que "le ponga más ganas" a una reforma que debe ser "justa, humana y eficiente".
Entre los grupos que participarán en la cita están la Hermandad Mexicana Nacional, de California; el Comité de Inmigrantes, del estado de Washington; Los Vecinos, de California; La Alianza Contra las Deportaciones y el Frente Unido de Inmigrantes, de Illinois, y una filial del sindicato SEIU de San Francisco.
También están invitados los activistas David Miranda, de Texas; la abogada por los derechos humanos Isabel García, de Arizona; Marcos Castillo de Nueva York; Carlos Marentes, de El Paso, Texas, y Rubí Arredondo, de Washington, D.C.
Arango dijo que les preocupa que la reforma migratoria, de darse, no se deslinde de lo que debe ser un proceso justo. "El punto más importante es detener las deportaciones, ese es el punto fundamental", señaló.
El debate en Washington, D.C. se debe centrar en cómo sacar la reforma migratoria de la mejor forma posible y no caer más en "criminalizar" a los trabajadores inmigrantes, apuntó.
Esto significa, dijo, que se incluya a las personas bajo el TPS y a los inmigrantes con discapacidades o accidentados en el trabajo, e incluso a quienes han sido arrestados por delitos menores.
Uno de los puntos a trazar en la conferencia, dijo por su parte Jorge Mujica, activista y organizador con el centro Arise Chicago, es la cuestión de poner a los beneficiarios bajo la posible reforma al final de la "línea de espera", como algunos legisladores han sugerido.
Mujica recalcó que países como México, Corea y Filipinas tienen una espera de casi veinte años para el limitado número de visas que reciben.
Poner a los inmigrantes de México al final de esta "línea de espera" sería como una condena para ellos, afirmó el activista.
Mujica, que participará en la reunión, también pidió que el debate y la discusión sobre la reforma migratoria en Washington se centren "en la realidad y las necesidades" de los trabajadores inmigrantes que llegan a este país por razones económicas o por desplazamiento bajo otras causas.
"Hay un divorcio entre la discusión que se está haciendo y la necesidad de arreglar las leyes de inmigración", apuntó Mujica. A su juicio. "Si hacen una reforma alejada de la realidad no va a servir, en diez años vamos a necesitar otra reforma migratoria", advirtió.
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