Brownsville.- El agente del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) Jaime Zapata, asesinado en México la semana pasada, recibió hoy martes un último adiós en Brownsville, Texas, donde altos funcionarios estadounidenses prometieron hacer justicia.
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, dijo "no se equivoquen, llevaremos ante la justicia quienes estuvieron involucrados" en la muerte del agente que fue baleado junto con su compañero, Víctor Ávila, en una carretera de San Luis Potosí (México) por un grupo de desconocidos.
Para asistir al funeral la secretaria pospuso un viaje que tenía previsto a Nueva Zelanda y Australia, con el fin de fomentar la colaboración en seguridad y contra el terrorismo.
"Juntos lograremos que el trabajo de Jaime y Víctor sea completado y que el imperio de la ley triunfe sobre la anarquía y la violencia sin sentido", aseguró el director del ICE, John Morton.
Zapata, de 32 años, vivía en Laredo Texas y estaba cumpliendo una misión temporal en México
Por su parte, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, calificó al agente como un "héroe en todo el sentido de la palabra, un hombre cuyos actos de valor son un testimonio de lo mejor de nuestra comunidad nacional e internacional de las fuerzas del orden".
Holder resaltó que Estados Unidos seguirá trabajando con las autoridades del país vecino para restablecer el orden y vencer a quienes quieren imponerse a través de la violencia.
"Su dedicación al servicio y su integridad era incomparable. Era la vida y el alma de nuestra familia y la alegría de sus amigos y colegas", dijo su hermano Amador en un comunicado distribuido el fin de semana.
El obispo de la Diócesis de Brownsville, Daniel E. Flores, ofició la misa durante el funeral que se realizó en el Centro de Eventos de Brownsville y que fue abierto al público en agradecimiento al apoyo recibido tanto del Gobierno como de los ciudadanos.
Posteriormente se realizó el entierro.
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