Washington, 17 ago (EFE).- El Gobierno de EE.UU. debe reformar el sistema de visas para fomentar la competitividad de empresas que contratan a extranjeros, de manera que el país pueda surtirse de los mejores profesionales del mundo, según dos estudios divulgados hoy por la Fundación Nacional para la Política Estadounidense (NFAP).
Los extranjeros con altas destrezas laborales se enfrentan a un "sistema burocrático muy rígido" que también perjudica a los empresarios y a la competitividad global de EE.UU., aseguró el grupo.
Los dos informes están repletos de recomendaciones de grupos tan diversos como la Cámara de Comercio de Estados Unidos y la Conferencia de Obispos Católicos, y otras entidades, para que, a falta de una reforma migratoria integral, se pueda poner en marcha "alivios regulatorios y administrativos".
Por ejemplo, uno de los informes señaló que, en los últimos meses, pese al compromiso de evaluar las regulaciones en vigor, las empresas han afrontado trabas que demoran proyectos u obligan a los empleadores a buscar mano de obra fuera del país.
Durante una conferencia telefónica con periodistas, el vicepresidente de Trabajo, Inmigración y Empleados de la Cámara de Comercio de EE.UU., Randel K. Johnson, dijo que su grupo promueve "las reformas normativas y políticas en las agencias federales correspondientes" para cambiar la situación por la vía administrativa.
Una de las quejas de estos grupos es la lentitud en los trámites para la aprobación de residencias permanentes o visas H-1B, que muchas veces son denegadas.
En el último año, la Oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) ha realizado 15.000 auditorías a empresas que contratan a profesionales extranjeros, lo que supone un proceso "más oneroso".
En el año fiscal 2009, el Gobierno procesó nuevas visas H-1B para cerca de 27.000 empresas. De ésas, 26.200 habían contratado a un máximo de diez empleados extranjeros.
En el último año, sin embargo, grandes corporaciones han recibido seis o más auditorías, algo que "no añade nada a la integridad" del programa de visas H-1B, dijo NFAP.
Las compañías han denunciado que, en algunos casos, autoridades de inmigración han detenido, esposado o deportado desde los puertos de entrada a ejecutivos, ingenieros, y especialistas de computación, tras determinar que su presencia "no sirve a las necesidades económicas de EE.UU.", se quejó el grupo.
Para NFAP, otra recomendación sería reducir drásticamente la cuota para los trámites de ciudadanía, que aumentó de 35 dólares en 1983 a 680 dólares en la actualidad.
El grupo también recomendó que, a falta de la reforma migratoria que prometió el presidente Barack Obama durante su campaña de 2008, el Gobierno reforme los trámites para las visas H-2A para trabajadores agrícolas y H-2B para trabajadores temporales en áreas fuera del campo.
Para Stuart Anderson, director ejecutivo de NFAP, la mejor solución sigue siendo la reforma migratoria integral porque, a su juicio, podría aumentar la competitividad global del empresariado estadounidense.
Como subraya la NFAP, muchos extranjeros con grandes destrezas laborales han hecho importantes contribuciones a Estados Unidos, entre éstos cinco ganadores del Premio Nobel 2009.
"Es necesaria la aplicación de una normativa clara y concisa que asegure que Estados Unidos pueda beneficiarse plenamente de las contribuciones de estos inmigrantes con talento; no actuar sería obstaculizar el mejoramiento económico y científico estadounidense", concluye NFAP.
