Denver, 27 jul (EFE).- Un libro de cocina es casi siempre una labor de amor y en el caso de "Sofrito: The Essence of Puerto Rican Cuisine" no podría ser más cierto.
La planificación y escritura del proyecto tomó 15 años, pero en realidad la historia comienza mucho antes.
Hace más de medio siglo, Blanche Gelabert, la autora del libro, era una joven recién casada en la ciudad Nueva York.
Es entonces que su suegra comienza a enseñarle a preparar los platillos típicos de Puerto Rico a los que estaba acostumbrado el paladar de su joven marido.
De familia austríaca, Blanche no sólo se había enamorado de su esposo Bill, sino también de la herencia culinaria de su familia, tan distinta a la propia.
"A mí me fascinaba la cocina puertorriqueña desde que mi suegra me enseñó a preparla hace más de 50 años", dijo Gelabert a Efe.
En la década del 70, los Gelabert deciden establecerse definitivamente en Puerto Rico.
"Cuando por fin nos mudamos con mi esposo y dos hijas al Caribe, yo sentía que ya conocía la isla por todos los cuentos intrigantes de mis suegros".
Su esposo Bill, fotógrafo de profesión, instaló su estudio en el Viejo San Juan, gran centro de interés turístico, donde posteriormente Blanche establecería un pequeño restaurante con su hija Dana.
Sin credenciales culinarias pero con gran pasión por la comida, Blanche comenzó a explorar las vastas posibilidades de la cocina local.
"Empecé a experimentar con el ron de la isla, creando recetas originales para nuestros clientes", dijo.
"Y como nos pedían las recetas, mi esposo y yo decidimos combinar nuestros talentos y pasiones por la comida y la fotografía y colaborar en un libro".
Ese primer libro fue "The Spirit of Puerto Rican Rum", publicado en 1992 con gran acogida dentro y fuera de la isla.
Pero la obra maestra de la pareja comenzaría poco después, cuando la pareja decide recorrer la isla en busca de recetas de antaño que reflejaran la esencia de la cocina criolla.
Tras años de visitas, entrevistas y tomas fotográficas, el libro que sería "Sofrito" comenzó a tomar forma.
Desafortunadamente, Bill no llegaría a ver la publicación del libro porque falleció en 2008.
Sin embargo, su lente logró capturar el sabor de la isla en las fotografías que acompañan el texto y cuya publicación Blanche le dedicara a su esposo.
"El sofrito es un componente esencial del repertorio culinario puertorriqueño", explica Gelabert.
Según la autora, ese fondo a base de ají, cebolla, ajo, tomate, cilantro, orégano y achiote es lo que distingue a la cocina puertorriqueña de la del resto del Caribe.
Como base, el sofrito no sólo le da el título al libro sino también inicia su contenido.
La primera sección está dedicada al sofrito y a los mojos tradicionales, dando paso a las frituras, sopas y asopaos de la isla.
Otras secciones destacan la elaboración de viandas, platos a base de arroz, pasteles y hallacas, asados, mariscos y postres.
La sección de postres y dulces es excepcional, ya que incluye no sólo los tradicionales, como flan y tembleque, sino también brazo gitano, pan de mallorca, dulce de batata, de malanga y de maíz y coco.
Lo interesante de las recetas es que al basarse en la elaboración casera, resultan fáciles y económicas, aunque algunas requieran el tiempo del que se disponía en la cocina de antes.
Evidentemente, en otros libros de cocina se pueden encontrar variaciones de las recetas más conocidas, como el arroz con pollo y el tradicional coquito de navidad, pero otro gran acierto de "Sofrito" es haber reunido recetas tradicionales de pueblo, como la sopa santa de Loíza y los escapularios de Corozal.
Mucho más que un libro de cocina, "Sofrito" es un compendio del folclore puertorriqueño, exquisitamente plasmado en la fotografía de Bill Gelabert.
Desde la música del cuatro y el arte del mundillo hasta las fiestas de la Calle de San Sebastián y el lenguaje del abanico, el libro expone tanto en texto como en fotografía las distintas tradiciones y puntos de interés a lo largo de la isla.
Intercalados entre las recetas aparecen también secciones dedicadas a los ingredientes tradicionales, como la yuca y la yautía, su historia y elaboración en la cocina isleña.
"Durante nuestros viajes alrededor de la isla conocimos a mucha gente maravillosa, la mayoría personas mayores que recordaban el Puerto Rico de ayer y estaban ansiosas por compartir sus tradiciones familiares y recetas con nosotros", finalizó la autora.