Miami, 25 jul (EFE).- El Departamento de Niños y Familias (DCF) de Florida debe entrenar mejor a sus trabajadores para investigar denuncias de abuso de menores y realizar una mayor supervisión a fin de evitar casos como la muerte de una niña gemela de diez años adoptada, señaló un informe divulgado hoy.
Los funcionarios del DCF encargados de la llamada línea especial de esa agencia tienen que aprender cómo clasificar de manera apropiada los casos que se consideren graves para su pronta investigación, indicó el informe elaborado por un panel de tres personal del condado de Miami-Dade asignadas por las autoridades.
Las recomendaciones se formularon basadas en lo sucedido con el caso de Nubia Barahona, a quien su padre adoptivo, Jorge Barahona, presuntamente torturó y asesinó a golpes en febrero pasado, en Miami.
Antes de la muerte de la menor, una terapeuta informó al DCF que Nubia y su hermano gemelo Víctor eran amarrados de pies y manos en una bañera en la casa de sus padres adoptivos, Jorge y Carmen Barahona, según otros documentos oficiales relacionados con el caso.
"La triste realidad es que si los Barahonas hubieran sido los padres biológicos de Víctor y Nubia probablemente se hubieran hecho investigaciones más exhaustivas a raíz de las múltiples denuncias que se hicieron en la línea de denuncias del DCF", se resaltó en el informe de hoy.
Katherine Fernández Rundle, fiscal estatal de Miami-Dade, declaró a periodistas que las recomendaciones contenidas en el informe buscan que "una tragedia como la de Nubia más nunca suceda" y que los niños que necesitan una segunda oportunidad sean colocados en adopción en hogares donde realmente estén protegidos y amados.
En marzo pasado, la policía reveló que el padre adoptivo de Nubia y Víctor presuntamente la golpeó hasta que murió, tres días antes de que el cuerpo de la menor fuera hallado rociado con químicos en la camioneta del hombre, en el condado de Palm Beach, al norte de Miami.
Su hermano Víctor también fue encontrado en el vehículo de su padre adoptivo inconsciente con quemaduras en su cuerpo por productos químicos, pero logró recuperarse en un hospital y relató a la policía lo sucedido.
Jorge y Carmen Barahona, quienes afrontan cargos de asesinato en primer grado por la muerte de Nubia, trasladaron el 11 de febrero a la menor atada de pies y manos del baño de su residencia a la habitación de la pareja donde el hombre supuestamente le pegó hasta matarla, según el informe policial.
Un portavoz de la policía dijo en esa ocasión que la pareja "intencionalmente se involucró en una tortura sistemática, maliciosa, de castigo y de privación de cuidado y servicios necesarios".
Una investigadora del DCF, según documentos de esa agencia, visitó la residencia de los Barahona un día antes de que Nubia falleciera para confirmar denuncias de abusos.
La investigadora concluyó que "no hay presentes en este momento amenazas a la seguridad (de los niños) y los cuatro menores de la pareja (los Barahona tenían dos más) no estaban expuestos a ninguna condición de peligro".
Los niños vivían con la pareja desde 2004 cuando el DCF separó a los menores de su padre biológico que fue acusado de presunto abuso sexual a otra persona, mientras que la madre era adicta a las drogas, de acuerdo con las autoridades.