Nueva York, 12 ago (EFE).- Empleados y extrabajadores de un exclusivo restaurante de Nueva York, que se encuentran desde hace tres días en huelga, aseguran ser víctimas de intimidación, despidos injustificados y hostigamiento sexual.
Dan Levitan, líder de los trabajadores, aseguró que Dean Poll, dueño del restaurante Boathouse, con vista al lago del Parque Central, despidió a docenas de los empleados luego de que éstos intentaran unirse al sindicato The New York Hotel Trades Council.
Poll aseguró por su parte que no ha recibido ninguna de las quejas por parte de los trabajadores.
"Estamos aquí desde el martes pidiéndoles a las personas que no entren a este restaurante y les damos mapas con direcciones de otros restaurantes donde pueden ir", dijo Levitan a "El Diario/la Prensa".
Irán Lamboy, uno de los empleados en huelga, aseguró al rotativo que no le pagaron las más de 40 horas que trabajó en sus primeras semanas en el Boathouse.
De acuerdo con Lamboy, de 40 años, sólo tienen media hora de descanso y no tienen "más tiempo en todo el día para comer".
"Si nos ven comiendo nos llaman la atención", aseguró Lamboy, quien trabaja en la cocina.
La colombiana Alejandra Betancur es una de ocho mujeres que presentaron una querella en el tribunal federal de Manhattan en la que alegan haber sido víctimas de acoso sexual, señala además el diario neoyorquino.
Betancur, que fue despedida el pasado enero de su puesto como mesonera, aseguró que el gerente del restaurante, al que identificó como Harol Loyld, la invitó a salir en varias ocasiones.
"Le dije que era casada y que mejor no se buscara problemas. Las llamadas fuera de trabajo eran constantes para invitarme a salir y cuando quedé embarazada me dijo que estaba enojado y me quitó días de trabajo", aseguró.
Su compañera de labores, Thakema Campbell, que también fue despedida se quejó de que le "hicieron la vida imposible" cuando su empleador supo que apoyaba al sindicato.
"Me gritaban porque me demoraba mucho y decían que no limpiaba bien el sitio donde trabajaba", afirmó Cambell, de 34 años, quien está en libertad condicional.
Julia Rybak, representante del sindicato The New York Hotel Trades Council, aseguró por su parte que el restaurante está contratando inmigrantes y personas que han salido recientemente de prisión, como Cambell, "que no se pueden defender" y que no consiguen un trabajo fácilmente.
El pasado abril camareros del Boathouse denunciaron que sus jefes les quitaban las propinas, no les pagaban por sus horas extras, y que aplicaban las normas de forma arbitraria.