El pronóstico no es alentador ante los efectos adversos del fenómeno, catalogado el más fuerte del 2020, que dejará lluvias torrenciales y marea alta.
Se estima que tifón golpee la isla de Catanduanes el domingo por la mañana, antes de cruzar a la isla principal de Luzón.
Los ciudadanos tendrán que enfrentarse a vientos “destructores” de 205 km/h y olas de hasta 3 metros de alto.
Por si fuera poco, la agencia nacional encargada de la respuesta a las catástrofes naturales está monitoreando los volcanes Mayon y Tall, por posibles avalanchas de lodo volcánico.
El jefe de Defensa Civil, Ricardo Jalad, indicó que casi 1 millón de personas han dejado sus hogares en la región de Bícol. Además, las autoridades han reunido vehículos de rescate y equipos de emergencia con víveres ante la llegada del tifón.
Con información de Heraldo de México.
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