El uso de mascarillas se ha vuelto generalizado prácticamente en todo el mundo durante la pandemia, sin embargo, ante la nueva normalidad y los hábitos de relajación social, los casos de la enfermedad aún aumentado de manera preocupante.
Bajo el respaldo de que el uso del cubrebocas reduce sustancialmente la trasmisión comunitaria, los doctores ha invitado a adquirir uno, incluso los de tela que son accesibles a bajo costo y reutilizables. Esto significa que no es indispensable comprar una mascarilla de grado médico, pues usar un pañuelo, camiseta, paño, bufanda o toalla de papel también parece ser efectivo.
La medida evita que personas infectadas asintomáticas propaguen la enfermedad accidentalmente.
En México, Mario Molina, premio Noble de Química, ha llamado la atención a toda la población a utilizar cubrebocas, aun cuando no se esté enfermo.
“Hay un malentendido de que los cubrebocas sólo sirven para que la gente que ya está contaminada no contamine a los demás. No, no, no, lo que está clarísimo es que con los cubrebocas se evita respirar aerosoles, las partículas pequeñísimas que entran directamente a los pulmones” indicó.
En meses anteriores, el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell había insistido en que no existe evidencia científica de que el uso de cubrebocas sea útil para reducir los contagios de Covid-19, e incluso aludió a que estos propiciaban más contagios si no se usaban correctamente.
Con información de La Silla Rota
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