El anciano cayó en coma, por lo que tuvo que ser internado de emergencia en un hospital; pese a que los días pasaban, su estado de salud no mejoraba. Su hija Deborah, que lo visitaba diariamente, se enteró que el hospital tenía un sistema abierto de visitas, que le permitía ingresar animales.
Preocupada por la salud de su padre, decidió a llevar a "Nancy", la perrita incluso había cambiado su estado de ánimo a raíz de la ausencia de Giovanni.
Cuando el hombre vio a la mascota, esbozó una sonrisa en su rostro. Con el paso de los días, y de las visitas de Nancy, el hombre se fue recuperando satisfactoriamente casi de forma milagrosa.
A partir de entonces, Deborah se ha convertido en una activista defensora de que los hospitales permiten el ingreso de mascotas, ya que logran resultados increíbles en el bienestar de sus dueños.
Nota publicada originalmente en Noticias MVS
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