Detrás de la barra de Errant café se encuentran José, Ramsés, Alejandra (los primos), Leonardo, el abogado que ahora es cafetero y responsable de la lámpara de tubos que distingue el lugar, y Rodrigo, el recién llegado barista.
Pareciera que la dulce combinación de donas y café no quedaría con los hombres de hombros anchos y frondosas barbas que pueden levantar un costal de 50 kilogramos como bolsa de mandado, pero el ambiente del lugar reafirma que no se debe juzgar antes de realmente conocer o en su caso probar.
Todo nació con el antojo monchoso, la tradición familiar de restaurantes y el gusto por el café. Los planes se alargaron por casi dos años cuando finalmente lo nombraron Errant café. Ahora ya tiene cinco meses, mientras que las donas que hacen diariamente no duran ni cinco minutos en la vitrina. Hay que aceptarlo, al mexicano le gusta el pan dulce en cualquier presentación. Y a pesar de que son únicas, estas donas realmente no necesitan de descripción. Sólo necesitas mirarlas para entender. Solo míralas.
Foto: Instagram errantcafe
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El café, no olvides el café. Errant es el único lugar en Tijuana que trabaja con granos de café de la tostadora Olympia, una gringa que tiene sede en Washington. Pero no, realmente no es café estadounidense, sino que colaboran con fincas en Etiopía, Kenia, Burundi, Colombia, incluyendo uno de los estados de México más populares en esto del café: Oaxaca.
Además de la máquina de espresso, Errant es uno de los pocos lugares en Tijuana que ofrece varias formas para preparar el café como en chemex, aeropress, prensa francesa y dripper. Cada uno que cambia el sabor y textura del café.
Foto: Instagram errantcafe
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He visitado un par de veces este lugar o tres, estoy segura que no más de cuatro. Pero en una ocasión había llegado a eso de las cuatro de la tarde y la segunda tanda de donas había desaparecido. Me dijeron que en 15 minutos volvían a salir más, así que fui a hacer tiempo. El tiempo se alargó casi dos horas y regrese resignada. De nuevo, sin donas. Pero no me quise ir sin las manos vacías y pedí un latte, cuando el mismo chico de la barra que me había dicho sobre los 15 minutos se acercó con una dona. "Dijiste que ibas a regresar, así que te guardamos de las que más se venden".
No importa si vas sólo por las donas, si prefieres más el café, si eliges su combinación o si vas por el sabor a cáscara de limón, frutas tropicales o a chocolate, aquí saben que lo que vale es la experiencia en el lugar y con los sabores.
Para encontrar este lugar sigue la estrella en el mapa:
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