
Anoche, saliendo de la oficina, fui a la invitación que Caza Club nos extendió para degustar el nuevo menú del bar. Honestamente iba muy mal vestido, por lo que me llevé una sorpresa al ver a toda la gente vestida muy formalmente. Sin embargo, el trato que me dieron no fue ni peor ni mejor que los demás, a todos nos atendieron de la mejor manera posible. La Caza Club cuenta con un personal tan capacitado, tan amable y tan profesional, que sin lugar a duda es uno de sus fuertes.

Mientras esperaba la degustación, las personas en la barra servían pequeñas muestras de cerveza artesanal de las casas cerveceras locales Border Psycho y Frontera. Una "Güera Coquetona" de la cervecería Frontera para empezar. La concurrencia iba aumentando poco a poco y había desde maestros cerveceros, chefs, dj's, vamos, talentos locales que día a día fomentan el levantamiento de la escena culinaria de la Baja California real.

Estaba esperando a Lilia, nuestra reportera en cámara. La hostess/bartender del lugar me recomendó probara una "English Brown Ale" de la cervecería Border Psycho, una cerveza tan rica que de haber sido posible hubiera continuado tomándola toda la noche.

Mientras contemplaba la decoración del lugar, la cual me cuesta trabajo describir debido a que igual que todo lo que Caza Club ofrece no se basa en un solo concepto si no en varios, recibí una llamada de nuestra editora, Genaro Valladolid, uno de nuestros mejores colaboradores estaba en las instalaciones. Le llamé e inmediatamente hablamos como si fuéramos amigos de años. Momentos después me llevó a conocer a los socios propietarios de La Caza Club. Omar Monroy inmediatamente nos hizo sentir como en casa. Nos presentó con todo el equipo de La Caza Club y básicamente nos dio la bienvenida oficial.