Tijuana.- Una nueva oleada de ejecuciones fue registrada en Tijuana tras la muerte de quince personas en los últimos seis días, tres de ellos sucedidos ayer lunes, según reportó este martes la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Apenas la fiscalía estatal informaba el pasado 25 de agosto de 326 homicidios durante este año y para el 30 de agosto la cifra incrementaba a 341 asesinatos.
Las muertes más recientes fueron registradas el lunes. Al filo de las 8 de la noche fue encontrado sin vida un hombre en la falda del cerro del fraccionamiento Hacienda Las Delicias, al oriente de la ciudad.
El cadáver estaba entre la tierra y la maleza. Todavía las autoridades no lo han identificado. Tenía de 30 a 35 años, era de complexión delgada, tez morena y 1.60 metros de estatura. En el pecho traía tatuado la leyenda Perla y Esmeralda.
La fiscalía informó que la víctima tenía como huellas de violencia diversas excoriaciones en el rostro y el cuerpo, además de una herida contusa en el occipital izquierdo.
A las 2:20 de la tarde de ayer un hombre fue ejecutado a tiros en la calle Higo de la colonia El Florido Primera Sección, al este de la urbe.
La víctima fue identificada como Noé Sobrevilla Alvarado, de 28 años, quien quedó tendido sobre la banqueta y el pavimento con tres disparos en su cuerpo. En el lugar fueron localizados cinco casquillos nueve milímetros, indicó la fiscalía estatal.
Otra persona fue baleada alrededor de 8:50 de la noche de ayer en el callejón Licea Cárdenas de la colonia Manuel Paredes, al oriente de Tijuana.
Se trata de Francisco Javier Martínez Arenas, de 36 años, quien fue hallado muerto en el asiento del piloto de un Nissan Máxima verde, que tenía el motor apagado.
El occiso tenía múltiples heridas producidas por arma de fuego en la cara, boca, cuello, clavícula, antebrazo y mano, todas del lado izquierdo; mientras que en el lado derecho tenía heridas en el pecho, axila, brazo y parte alta de espalda, explicó la dependencia.
Servicios Periciales hallaron siete casquillos calibre .45 y tres proyectiles deformados.
Las autoridades han manifestado que el modo de ejecuciones de las bandas criminales ha cambiado aproximadamente desde octubre del año pasado. Ya no utilizan rifles de guerra ni han sometido a sus víctimas a actos de sadismos en exposiciones públicas, hay casos, pero ya no son la constante.
Actúan, sin embargo, con armas menos estruendosas pero igual de eficientes. En comparación con el año pasado, hay unos 180 asesinatos menos este año. Pero la llamada guerra del gobierno federal contra los cárteles de la droga, o las múltiples células que los integran, continúa aparentemente con menos intensidad.
