Por alguna razón Tijuana ha disfrutado del Sótano Suizo por veintitrés años. En realidad hay muchas razones. Tiene comida excelente, es un lugar como pocos para ver juegos de fútbol y peleas de box. Muchos de los cantineros y meseros llevan mas de una década lo que te hace sentir como parte de la familia. Tocan una selección de música, prácticamente toda en inglés , desde los clásicos de los 60's hasta el rock alternativo de hoy. Si esto no fuera suficiente están instalando una micro-cervecería llamada Bosiger Beer en honor al dueño del bar y originario de Suiza Rene Bosiger que lleva casi cuarenta años en Tijuana.
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En esta noche mis compadres Yayo y Pinky, mi esposa Mara y yo nos sentamos en la mesa con Demian que es hijo de René.
Nos platico un poco de historia familiar en relación al bar. René visitaba Tijuana hace cerca de cuarenta años y conoció a la mamá de Demian cuando iba a la telefónica a hacer llamadas a Europa y ella era operadora ahí. Eventualmente plantó raíces en Tijuana y abrió el Sótano Suizo en Plaza Fiesta en 1989.
El Sótano era mucho mas pequeño en aquel entonces pero fue creciendo con la Plaza la cual eventualmente se convirtió de un centro comercial tradicional a un centro nocturno de bares y antros que se llenaban todos los días de la semana (lo recuerdo con mucho cariño).
Eventualmente muchos de los bares se fueron a la Calle Sexta pero el Sótano mantuvo su camino gracias a todos sus fieles clientes.
Después de un poco de historia empezó lo bueno de la noche. ¡Vámonos fuerte con la comida y tragos! Nuestro mesero Lalo, también conocido como el Tío, empezó el refuego con unos escargots y la sopa goulash. Todos menos yo probaron los escargots y gustaron mucho. Yo soy medio naco para comer entonces me los brinqué pero con gusto probé la sopa que estaba deliciosa. Estoy casi seguro que este es el único lugar en una ciudad de dos millones que sirve la sopa goulash.