Tijuana.- La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) dio a conocer la tarde de este jueves los casos de tres personas asesinadas en diferentes sitios de la ciudad.
Uno de los casos, donde hubo dos víctimas, las autoridades lo relacionaron con un posible homicidio suicidio; mientras que el segundo suceso fue producto de una riña durante un convivio. Aparentemente no están ligados al crimen organizado.
La PGJE informó que al filo de las 6:30 de la tarde de ayer miércoles recibió el reporte sobre dos personas asesinadas en la vivienda 8116-1 de la calle Rosas de la colonia Lomas de la Amistad, al este de la ciudad.
En un cuarto del segundo piso de la casa fueron hallados Miguel Lara Garay, de 51 años, y Sacha Lizbeth Cabrales González, de 31.
Ambos tenían heridas producidas por arma de fuego. Ella en diversas partes de su cuerpo y él en la cabeza.
Las autoridades encontraron en el lugar tres casquillos percutidos calibre .380, así como un arma de fuego calibre .380 tipo escuadra.
También ayer miércoles, pero alrededor de las 9:09 de la noche, la PGJE reveló que recibió el reporte de una persona muerta en la casa 8204 de la calle Berilio del fraccionamiento El Rubí, al suroeste de la ciudad.
La dependencia informó que la víctima fue identificada como Alejandro Jacob Ochoa López, de 20 años, quien murió en el hospital de la Cruz Roja a consecuencia de heridas que recibió con un objeto punzocortante durante una riña en un convivio que se desarrollaba en la vivienda.
Hasta el momento no habían detenido al culpable o los culpables.
Aunque las autoridades locales han manifestado que este año en Tijuana ha disminuido la violencia y los crímenes de alto impacto, la cifra ha llegado a 405 muertes violentas hasta el 19 de octubre.
Un 80 por ciento de las víctimas fueron ultimadas en hechos relacionados al narcomenudeo, de acuerdo a la Subprocuraduría contra Delincuencia Organizada.
Es verdad, los homicidios este año han sido cometidos por criminales de forma más silente.
La policía ha reportado que los criminales ya no están utilizando casi en las ejecuciones los estruendosos rifles AK-47 y R-15, ni las víctimas han sido expuestas colgadas en puentes o sus cadáveres mutilados en vías públicas, como a menudo sucedió de 2008 a 2010.
En cambio, los delincuentes están atacando a sus víctimas dentro de viviendas o en sitios no muy transitados con armas cortas; además se están moviendo en la ciudad en vehículos modestos sin la ostentosidad de antaño, cuando los sicarios viajaban en caravanas en camionetas de reciente modelo.
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